Formaron uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood pero, después de 18 años juntos, Antonio Banderas y Melanie Griffith decidieron poner fin a su matrimonio en junio de 2014, hace seis años. Entonces, Melanie borraba de su brazo el corazón tatuado con el nombre de Antonio en su interior, pero el cariño y la buena sintonía entre los actores parecen seguir intactos. Así lo aseguran los dos con multitud de gestos en las redes sociales y declaraciones en diversas entrevistas, como la última que ha concedido el malagueño al programa mexicano Break 7 de Univisión. Banderas hizo un repaso de sus tres grandes relaciones -con la también actriz española Ana Leza, con Griffith y con su actual pareja, Nicole Kimpel- y aseguró que de todas guarda «un recuerdo extraordinario», en especial de la estadounidense, con quien tiene una hija en común, Stella del Carmen. «Ella es mi familia», afirmó sobre la protagonista de Secretaria ejecutiva.
«Uno se equivoca en la vida, pero la vida que yo viví con Melanie fue preciosa. Fueron 20 años maravillosos donde pusimos lo mejor de nosotros mismos, vivimos momentos preciosos que nunca olvidaré, tuvimos una hija maravillosa a la que los dos queremos, que es el resultado de nuestra relación, lo mejor que hemos podido hacer juntos. Y aunque estamos separados en los papeles y esas cosas, ella es mi familia», aseguró Banderas, quien admitió que hablan de manera habitual y la visita cada vez que acude a Los Ángeles.
No es la primera vez que se refiere a la gran amistad que lo une a su exesposa. El pasado septiembre en una entrevista con la revista Vanity Fair admitió que Griffith fue a quien quería a su lado en su momento de mayor juventud, una mujer divertida y alocada. «La efervescencia era intoxicante. Me atraía muchísimo todo ese mundo. Melanie es una especie de champagne de burbujas, una estrella que sabe comportarse. Ella era muy divertida en un momento determinado en que jugamos y lo pasamos muy bien», contó el actor sobre la intérprete que conoció rodando Two Much a principios de los noventa.
Se casaron en Londres en 1996, y 18 años después decidieron divorciarse tras varios meses de rumores. En un principio se apuntó a los problemas con el alcohol de Melanie Griffith como los causantes de la ruptura, pero tiempo después ambos actores reconocieron que, simplemente, «se paró el motor» que movía esa relación.
Tras un cierto alejamiento después de la separación, la pareja retomó el contacto y logró establecer una relación cordial y familiar, siempre gracias al amor que ambos sentían por su hija en común, Stella del Carmen, y también a la voluntad de ambos. Ahora, cada vez que se juntan recuerdan momentos vividos entre risas y páginas de álbumes antiguos. Hace dos años, por el cumpleaños 22 de Stella del Carmen, se reunió toda la familia, incluida su abuela materna, la también actriz Tippi Hedren, y juntos posaron abrazados en una foto que Melanie Griffith publicó en sus redes sociales.
Griffith sigue con atención la carrera de su exesposo y no duda en apoyarle y mostrar su admiración en público, como ocurrió el pasado octubre durante la presentación en Los Ángeles de la película de Pedro Almodóvar Dolor y Gloria. «Enhorabuena, Antonio, por esa Palma de Oro al Mejor Actor en Cannes, por todos los premios que este filme ha ganado por ahora y por las nominaciones que están por llegar. Solo quiero decir que en los 20 años que tú y yo y nuestros hijos vivimos juntos nos animaste a hacerlo con pasión. Como si cada día fuera una pieza de arte. Porque la pasión es tu arte y tu arte es tu vida», dijo Melanie Griffith durante la presentación de la película, que hizo acompañada de una más tímida Dakota Johnson que se dirigió a Banderas como su «papi».
Banderas, que se encuentra en estos momentos en Málaga, donde pasa la cuarentena separado de Nicole Kimpel, con quien comenzó a salir meses después de separarse de Griffith y a quien agarró la pandemia de coronavirus en Ginebra con su familia, también siente gran predilección por los hijos que su exesposa tuvo en anteriores matrimonios, a quienes considera sus propios hijos y Stella del Carmen sus hermanos.
A Dakota Johnson fue el actor malagueño quien le dio su primera oportunidad con un papel pequeño en Locos en Alabama (1999), un empujón que le sirvió para encaminar su ahora asentada trayectoria en Hollywood. Con ella se reencontró el pasado septiembre en el Festival de Cine de Toronto y no dudó en posar ante los fotógrafos como padre e hija, abrazados y muy sonrientes.
Además de Dakota, Antonio Banderas también siente una especial predilección por Alexander Bauer, el hijo que Melanie Griffith tuvo con el actor cubano Steven Bauer hace 34 años. Bauer es un gran aficionado a la Semana Santa española y, en 2015, presenció las procesiones de Málaga y se dejó ver en el balcón que el actor tiene en la calle central de la ciudad andaluza. Junto con él estaba el propio Banderas con su actual pareja, Nicole Kimpel.
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