Cuando Angelina Jolie y Brad Pitt anunciaron su separación en 2016 todo se vino abajo. Nadie podía creerse que un amor que había conseguido traspasar la pantalla se rompiese para siempre, y el interés social que desató esta meditada decisión fue enorme.
Ahora, cinco años más tarde, el interés sigue siendo el mismo y las disputas judiciales entre ellos han crecido de manera desorbitada. El motivo por el que ambos siguen con peleas judiciales no es ni más ni menos que por el bien de los hijos que tienen en común, ya que ambos están luchando por la custodia de ellos.
Esta semana el actor dio de qué hablar porque circularon unas fotografías en las que aparece en silla de ruedas, y aunque se especuló sobre su «grave estado de salud», solo se trató de una visita al dentista, sin embargo, la prensa estadounidense le sumó a ese malestar la disputa legal que mantiene con su expareja, quien hace unas semanas alistaba las supuestas pruebas para acusar al actor de violencia doméstica.
Lo que es un hecho es que el divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt ya está considerado uno de los más caros de la historia del espectáculo.
¿Por qué se divorciaron?
Según la propia Angelina existían «diferencias irreconciliables». Muchos comentaron en aquel momento que podría haber sido la aparición de terceras personas una de las razones por las que ambos quisieran tomar caminos diferentes, pero rápidamente esa idea se disipó. Fue entonces cuando se empezó a hablar del malestar que existía en la unidad familiar, algo de lo que actualmente nos faltan muchos detalles.
La relación de Brad Pitt con sus hijos
Por aquel entonces, los medios internacionales aseguraban que Angelina Jolie estaba cansada de la manera que tenía Brad de tratar a sus hijos, algo que superó la paciencia de la actriz y decidió romper por lo sano. Recordemos que la pareja tuvo tres hijos biológicos en común (los mellizos Vivienne y Knox Leon y Shiloh), pero Jolie tenía ya adoptado a Maddox, además de Zahara y Paz Thien.
Angelina Jolie siempre puso ante todo a sus seis hijos y parece que esta mentalidad era algo que no compartía Brad. Lo que terminó por desestabilizar al matrimonio y causar lo que nadie nunca imaginaría, la ruptura final de dos de los actores más importantes de Hollywood.
La firma de un contrato prenupcial
Cuando Angelina y Brad se casaron firmaron un contrato prenupcial porque en caso de divorcio por infidelidad de uno de los dos, la persona que fue desleal renunciaría a la custodia de los seis hijos en común.
Aquí está uno de los grandes problemas a los que se enfrentan ambos y por lo que este divorcio está siendo eterno, ya que la actriz quiso desde un primer momento la guarda y custodia de los seis hijos.