La actriz estadounidense Angelina Jolie se atreve a poner su voz a la inmortal Maria Callas en la película Maria, que presenta este jueves el chileno Pablo Larraín en la Mostra de Venecia.
Es un proyecto que Pablo Larraín, un apasionado de la ópera y un aficionado a retratar mujeres de carácter, llevaba guardado desde hacía años.
Las actrices protagonistas que han podido rodar a las órdenes de Larraín se lo agradecen: Natalie Portman encarnó a Jackie Kennedy y fue nominada al Oscar en 2017, y lo mismo le sucedió a Kristen Stewart por Spencer, el retrato de Lady Di estrenado en 2021.
Maria «la Diva» Callas, una soprano griega nacida en Nueva York el 2 de diciembre de 1923 y fallecida a los 53 años el 16 de septiembre de 1977 en un hotel de París, fue probablemente la mayor estrella femenina de la ópera en el siglo XX.
Callas fue también una estrella que supo aprovechar el cine y la televisión para propulsar una carrera meteórica, que interrumpió drásticamente en 1973.
Larraín se centra en los últimos años de «la Diva», cuando Callas permanecía recluida en París.
Pero sin omitir fragmentos de canto para los que Jolie se entrenó durante seis meses, toda una proeza y un riesgo.
Los aficionados más puristas podrán respirar tranquilos, puesto que el resultado final tiene truco: ambas voces, la original de Callas y la de Jolie, fueron mezcladas digitalmente, según reveló la producción de la película.
El regreso de Angelina Jolie convertida en una estrella absoluta
Jolie vuelve a Venecia tras varios años de cierta discreción artística, enfrascada en proyectos humanitarios y sin lograr apagar los rescoldos de su incendiario divorcio del actor Brad Pitt, que sigue provocando titulares.
Precisamente Pitt debe desembarcar en el Lido a finales de esta semana, para el estreno de una película junto a su amigo George Clooney.
Acompañando a Jolie en Maria figuran tres destacados actores italianos: Valeria Golino en el papel de su hermana, Pierfrancesco Favino y Alba Rohrwacher como la pareja de sirvientes que permanecieron a su lado hasta su trágico final.
Callas fue en su época de gloria una estrella absoluta, tanto por su carrera excepcional en los escenarios más prestigiosos, desde La Scala de Milán hasta la Ópera de París, como por su tormentoso idilio de nueve años con el multimillonario Onassis, seguido de cerca por la prensa sensacionalista.
Nacida como Maria Kalogeropoulou, se convirtió en la Callas a costa de enormes esfuerzos, siguiendo una dieta draconiana en 1954 para perder 30 kg y transformarse en una diva absoluta con un porte altivo y una elegancia impecable.
Además del griego, su lengua materna, hablaba perfectamente inglés, francés e italiano.
De carácter volcánico, Callas protagonizó grandes triunfos y algunas salidas intempestivas de los escenarios.
Su interpretación de «Tosca» en el Covent Garden londinense, rodada por Franco Zeffirelli en 1964, es un clásico de la ópera filmada.
Pocos años después Callas abandonó las grandes producciones operísticas y se dedicó a dar recitales, hasta su retirada en 1973.
Zeffirelli rodó una biografía fílmica de su amiga en 2002, con Fanny Ardant en el rol protagonista.
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