Un día como hoy, pero de 1930, nació el cantautor y actor Alfredo Sadel en Caracas. Este sábado los venezolanos conmemoran 90 años del natalicio del intérprete lírico uno de los más importante de la historia musical del país.
El hijo de Manuel Sánchez Benítez y Luisa Amelia Luna, Manuel Alfredo Sánchez Luna -su nombre completo que cambió a mediados de la década de los cuarenta- manifestó su vocación musical desde niño. Su primera presentación fue en la catedral de Caracas, donde cantó el Ave María.
Su interpretación impresionó a todos, por lo que recibió ayuda para comenzar su formación profesional en la Escuela Superior de Música de Caracas, de allí continuó en México, Nueva York, Buenos Aires, Barcelona, Salzburgo y Milán, hasta convertirse en uno de los cantantes más importantes en el país.
También tenía otras habilidades como el dibujo y la pintura. Sus caricaturas se publicaron en dos medios impresos de la época, hoy desaparecidos como el diario La Esfera y la revista humorística Fantoches.
Apodado como “El tenor favorito de Venezuela”, Sadel internacionalizó su carrera en 1950 luego de incursionar en el cine. Su debut en la gran pantalla fue en la cinta A La Habana me voy; el año siguiente protagonizó Flor del campo.
Sin embargo, en 1952 adquiere gran popularidad, gracias a su actuación en el teatro Chateau Madrid de Nueva York, acompañado por la orquesta de Aldemaro Romero. Sadel se convirtió en el primer artista venezolano en actuar en la televisión estadounidense, al ser contratado y presentado en show de Ed Sullivan.
Casi una década después publicó el canto lírico con la zarzuela “Los gavilanes” en el Teatro Nacional de Caracas. Fue el primer cantante lírico venezolano en llegar a Siberia y a 14 países más.
El tenor favorito de Venezuela es recordado por sus interpretaciones de “Humanidad”, “Vereda tropical”, “Incertidumbre”, “Dominó”, “Desvelo de amor”, “Congoja”, “Granada” y “Aquellos ojos verdes”, temas que van desde el bolero hasta lo tradicional. Grabó más de 2.000 canciones recopiladas en cerca de 200 discos de 78 RPM y 130 larga duración editados en diversos países.
En 1985 Sadel se radicó en Nueva York; sin embargo, viajaba constantemente a Venezuela y Colombia. Al poco tiempo su salud se empieza a deteriorar, y fallece en Caracas en 1989.
Homenajes
Aunque el legado del cantante no resuene en las nuevas generaciones, su memoria se mantiene gracias a homenajes dedicados a su carrera. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- El Teatro de la Opera de Maracay engalana su plaza contigua con un monumento a su memoria.
- La Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado de Barquisimeto colocó uno de sus bustos en la galería-jardín.
- El Teatro Municipal de Valencia posee su busto en el pasillo principal que rinde honores a las grandes figuras del canto.
- El Teatro Municipal de Caracas también posee un busto de Sadel en su lobby, debajo de la escalera oeste.
- La plaza Alfredo Sadel en la urbanización Las Mercedes de Caracas se ha convertido en un símbolo de la vida social y nocturna de la capital.
- El Teatro Municipal de Cantaura, uno de los más recientes y modernos del país, se llama precisamente Alfredo Sadel, en su honor.