Alfonso Herrera es de los actores que prefiere evitar la polémica, pero en esta ocasión no quiso quedarse al margen y le recomendó a los chicos de la nueva versión de Rebelde que tengan cuidado.
El actor lanzó el consejo el domingo a través de sus redes sociales.
«¡Todo el éxito del mundo! Consejo, revisen bien sus contratos», escribió en su cuenta oficial de Twitter en la que compartió una publicación de Netflix Latinoamérica.
Este exhorto se une a las recientes declaraciones de Dulce María, integrante de RBD, grupo que nació de la telenovela producción de Pedro Damián.
En las revelaciones, la cantante afirmó que a los integrantes de la exitosa banda «se los bailaron» con las regalías y las jugosas ganancias que generó el concepto.
Gracias al éxito del melodrama se desprendió una marca con ropa, zapatos, revistas, juegos de mesa, muñecos y otros productos que fueron comercializados, y por lo cual ellos no recibieron ni un peso.
«De ahí (todos los productos derivados) no teníamos nada», afirmó la actriz durante la última entrevista para el canal de YouTube de Yordi Rosado.
«Yo ya lo había hecho en otras producciones con Televisa y tú firmas como radio, televisión, merchandising, con el personaje, pero a mí nunca me había pasado algo así, nunca pensé que fuera a pasar eso (tanto éxito) por eso todas las cosas era explotación, pero del personaje, no de Dulce María», contó.
El proyecto musical estaba pensado solamente para el periodo de duración de la telenovela; sin embargo, se extendió por cinco años en total.
Brasil, Estados Unidos y España fueron algunos de los países por los cuales hicieron exitosas giras de las cuales se produjeron más de cinco millones de dólares y un total de 293.742 entradas a nivel mundial.
La cantante recordó que una noche, mientras estaban en Chile, los seis integrantes se reunieron en una habitación para hablar acerca de los pagos que recibían y descubrieron que a cada uno le pagaban diferente por los shows que ofrecían. Esto se sumó a la molestia que ya existía, por lo que juntos decidieron reclamar a los directivos de su empresa.
«Fue algo muy fuerte porque aparte ganábamos súper poquito para lo que era, ahora hago cuentas de lo que se generaba con los conciertos y claro, a nosotros nos tocaba muy poquito. Cuando llegamos a México fuimos todos a la oficina de (Alejandro) Benítez (el administrador) y le dijimos que queríamos ganar todos igual, pero ya fue el último año», contó Dulce María.