ENTRETENIMIENTO

Alejandro Hidalgo quiere hacer historia con El exorcismo de Dios

por Avatar Isaac González Mendoza (@IsaacGMendoza)

Pocas veces se ha visto en la Venezuela de los últimos años un preestreno como el que tuvo la segunda película de Alejandro Hidalgo  en Cines Unidos Líder. Cientos de personas atendieron la invitación del director de La casa del fin de los tiempos, quien presenta un filme protagonizado por Will Beinbrink (It: Capítulo 2) y María Gabriela de Faría (Deadly Class) que se ha convertido en la película venezolana con mayor distribución internacional. Llega a las salas este jueves

El exorcismo de Dios está precedida de buena crítica y buen recorrido. Se proyectó por primera vez el año pasado en el Fantastic Fest de Austin, participó en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña y viene de liderar la taquilla en Brasil y de adueñarse del tercer lugar del mercado mexicano.

Venezuela, luego de este preestreno, promete seguir el mismo camino. Entre las cientos de personas que esperaron para verla había figuras del entretenimiento como Daniela Alvarado o Luis Gerónimo Abreu, que saludaron emocionados a Alejandro Hidalgo en una alfombra roja desplegada para que el director y sus protagonistas fueran fotografiados y ofrecieran entrevistas a los medios.

“Me siento una persona muy afortunada por el éxito que tuve con La casa del fin de los tiempos, que me abrió las puertas para conseguir el financiamiento, para que creyeran en mí, lo cual me hace feliz por un lado, pero por otro me duele que a otros cineastas venezolanos con igual o más talento que yo les esté costando debido a la situación”, expresó Hidalgo.

Insistió en que la película es venezolana a pesar de que está rodada mayormente en inglés. “Lo hago con el mayor orgullo, en honor a mi país. No pudimos filmar en Venezuela pero lo hicimos en otro país con venezolanos, un equipo en el que el director, el compositor musical, el editor y la protagonista somos venezolanos. Es una película como de Hollywood hecha por venezolanos, mexicanos y estadounidenses para que tenga un alcance mundial”.

Reconoció que tiene sentimientos encontrados en su regreso al país, pues está feliz de estrenar El exorcismo de Dios, pero sabe que la situación sigue siendo compleja. Comentó que en su primer día en Venezuela le lanzaron piedras en la Cota Mil que rompieron un vidrio de su carro. “Mi mamá se asustó mucho. Me hizo sentir ese dolor de este lugar tan bonito que lleva tantos golpes, que aparentemente hay una realidad que dice que todo está mejorando, pero es una ilusión. Realmente hay que hacer un trabajo duro para conseguir oportunidades para todos, en especial los cineastas, el campo donde me desenvuelvo”, dijo.

Sin embargo, agregó: “Me llena de felicidad estar en mi país estrenando mi película y con mi familia. Celebrar eso. No quiero solamente hablar de lo negativo”.

De Faría dijo que está feliz de estar en Venezuela y recordó que esta es la industria en la que creció como actriz. “Para mí es un honor grandísimo poder estar acá presentando esta película finalmente, con la gente para la que la hicimos, que es nuestro público al final del día. Es nuestra casa y queremos que la gente lo disfrute”.

Respecto a su personaje, Esperanza, explicó que fue una caracterización retadora, no solo por el esfuerzo físico y psicológico, sino por el maquillaje que usó. “Mucho reto en cuanto a movimiento, no veía nada por los lentes de contacto que tenía, estaba bastante aislada de la experiencia del set. Pero también me ayudó mucho para estar presente dentro de lo que le estaba pasando al personaje”.

“Todo es como muy elevado, la rabia es mucha rabia, el amor es mucho amor; era mucha la energía que tenía que ponerle al personaje. Físicamente era muy difícil, además de psicológica y mentalmente”, añadió.

Beinbrink, que interpreta al padre Peter, considera que El exorcismo de Dios es una película muy inteligente y elogió el trabajo de Hidalgo como director. “Me gusta trabajar con personas como él porque sabe qué necesita, tiene la capacidad para comunicarse. Es una película muy especial”, dijo.

El exorcismo de Dios cumple, como ha dicho antes su director, con ofrecer una producción de alta factura con el perdón como tema principal. Escenas como el primer exorcismo, una toma de espaldas del padre Peter o personajes caminando de espaldas ponen en evidencia la fuerte influencia que tiene la cinta del clásico El exorcista de William Friedkin, algo que ya ha reconocido el propio Hidalgo.

Hay que destacar también las actuaciones de los protagonistas. Beinbrink logra crear un padre Peter sentimental y confundido, que sabe que ha fallado pero que tiene la esperanza de enmendar sus errores. Mientras que De Faría prácticamente desaparece tras el maquillaje usado para Esperanza y el agudo trabajo físico y psicológico, con lo que demuestra que es una actriz versátil, capaz de interpretar todo tipo de personajes.

Es una historia que contrasta la oscuridad y la luz, con un riguroso trabajo técnico pero que por momentos, particularmente al principio y cuando el padre Peter descubre una verdad que determinará su vida, puede lucir apresurada. Quizás se pudo trabajar más su pasado. Pero tiene momentos estelares, como el largo y traumático exorcismo de Esperanza en prisión, las apariciones de un demonio con la cara de Jesucristo o la escena final, que teológicamente hablando podría ser controversial para muchos.