Gérard Depardieu

El actor francés Gérard Depardieu se ha visto salpicado por nuevas acusaciones de comentarios y agresiones machistas, un enésimo caso de este tipo en el séptimo arte que provocó cierta autocrítica en la industria cinematográfica.

Depardieu, que es uno de los intérpretes franceses más conocidos en el mundo junto con Brigitte Bardot o Alain Delon, ya había sido imputado por un delito de violación en 2020 tras una denuncia de la actriz Charlotte Arnould.

Desde la semana pasada, el actor, que niega estas acusaciones, vuelve a estar bajo lupa tras la difusión de un reportaje en la televisión pública francesa en que se ve al Monstruo (apodo de Depardieu) haciendo comentarios misóginos.

La actriz Hélène Darras también lo denunció en septiembre por una agresión sexual sufrida en 2007, unos supuestos hechos en principio prescritos.

«Somos todos un poco culpables», reconoció Marc Missonnier, el presidente del sindicato de productores de cine en Francia.

«Había una tolerancia (respecto a Depardieu) y esto fue un error», añadió Missonnier en declaraciones a la cadena France 2.

La «monstruosidad» de la indiferencia

Otras figuras del séptimo arte galo también expresaron esta autocrítica incipiente.

Es el caso de la actriz Anouk Grinberg, quien conoce a Depardieu desde hace 30 años y que este lunes expresó su apoyo a Charlotte Arnould en una entrevista radiofónica.

Grinberg denunció la «monstruosidad» del famoso actor en declaraciones a la emisora ​​France Inter.

Ella también ha pedido acabar con «la otra monstruosidad (…), aquella de la gente del cine que es indiferente al mal que se somete a las mujeres, a las humillaciones que les infligen».

Pese a su fama, Depardieu empieza a sufrir las primeras consecuencias profesionales de las acusaciones que pesan sobre él.

Durante la pasada primavera, lo apartaron de la promoción comercial del filme El sabor de las cosas simples.

También recientemente tuvo que renunciar a dar voz a uno de los personajes de la película de animación que prepara Michel Hazanavicius, director de la galardonada The Artist.

La toma de conciencia respecto al supuesto machismo de Depardieu se produce tras los múltiples escándalos de agresiones sexuales que salpicaron el cine en Francia durante los últimos años.

El director Nicolas Bedos, que se dirigió a actores célebres como Guillaume Canet o Isabelle Adjani, se sentará a principios del año que viene en el banquillo de los acusados ​​por un caso de tocamientos en una discoteca, un gesto que fue involuntario, según el acusado.

La actriz Adèle Haenel ya había denunciado la «dominación» que sufrió cuando era adolescente por parte del director Christophe Ruggia, imputado por ese caso por un delito de «agresiones sexuales sobre menores».

Conocida por su militancia feminista, Haenel anunció este año que dejaba el cine por la «indulgencia» de esa industria con las agresiones sexuales.

A pesar de ello, el sector hizo cierta autocrítica en los últimos años y las formaciones sobre esta cuestión se volvieron obligatorias y cada vez hay más coordinadores de intimidad para gestionar el rodaje de las escenas de sexo.


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