Mark Knopfler (Glasgow, 1949) asegura que le «encanta» que le sigan preguntando por Dire Straits ya que forma parte de su historia y de su vida, ante el lanzamiento, el próximo 12 de abril, de A Deep River, su nuevo álbum en solitario -y el décimo sin el grupo-.
Han pasado casi tres décadas desde la disolución de la icónica formación británica, fundada en 1977, que lo situó rápidamente en lo más alto del rock.
Desde su estudio de grabación en el oeste de Londres, el músico, considerado un virtuoso de la guitarra por su estilo singular, reflexiona en una entrevista con EFE sobre su prolífica carrera a las puertas de un nuevo trabajo.
En ese álbum presenta doce temas melódicos y pausados y letras poéticas y cuidadas en las que hay «algunas mentiras y un poco de verdad», según indica.
Al contrario que otros artistas consagrados, Knopfler (Glasgow, 1949) no reniega de sus inicios. En cambio, habla con cariño evidente de la banda que lo catapultó a la fama planetaria y cuyos grandes éxitos no han dejado de reclamarle en cada concierto sus incontables seguidores.
«Me encanta que me hablen de los Dire Straits, porque es parte de la historia, es parte del tour, de la vida, del espectáculo», dice a EFE cuando, inevitablemente, se abordan sus comienzos en esta industria.
Observa, además, que si ha escrito clásicos como «Brothers In Arms» o «Money for Nothing», es «bonito tocarlos para la gente».
«Cuando te vienen a ver, vienen a celebrar esa relación (que tenían con el grupo) y para ellos es algo muy importante», apunta.
Cada vez que interpreta esas canciones, muchas convertidas en himnos, sobre un escenario, el escocés asegura que aún hoy intenta «encontrar siempre algo nuevo en ellas, algo real» y cree que los seguidores «responden a las canciones como siempre lo han hecho». Con entrega y pasión.
Al dictado de la canción
Knopfler no aclara si su nuevo álbum en solitario se nutre de su propia vida, como parecen sugerir algunas letras en temas como en «A Deep River» o «Ahead of the game», pero explica de una manera un tanto abstracta que «incluyen un poco de esto y de aquello; algunas mentiras y un poco de contar la verdad».
«La canción es la ‘jefa’ o el niño que intentas traer al mundo y que se encarga de dictarlo todo (…) Tú no te expones, la canción no va sobre mí. El foco es la canción», apunta en esta misma línea ambigua.
Con incontables premios a lo largo de su trayectoria, Knopfler también ha compuesto temas para otros artistas y ha creado bandas sonoras para películas –La Princesa Prometida– y musicales –Local Hero-.
Cuando crea nuevo material, al músico no le preocupa, y nunca lo ha hecho, la reacción de la crítica y ni siquiera de sus seguidores: «Tienes que complacerte a ti mismo antes que nada (…) Si eso me tuviera que preocupar, me volvería loco, probablemente». Y afirma que a estas alturas no está aquí «para impresionar a nadie».
Sobre su evolución artística, el guitarrista y cantautor considera que como músico ha ido «hacia atrás» y, en cambio, está centrado cada vez más en mejorar su faceta de compositor.
«Creo que ahora intento sacar más del instrumento tocando menos notas. A veces llega a ser como una broma conmigo mismo, ver si logro la misma canción con tres o cuatro notas», añade.
Knopfler llegó al rock con un sólido bagaje previo en música folk y muy curtido como guitarrista ecléctico, siempre tocando sin púa.
Hace apenas unos meses, la casa Christie’s subastó en Londres 120 guitarras y amplificadores del músico, por los que se recaudaron 8 millones de libras (10 millones de dólares), de los que un 25% fue destinado a obras de caridad.
Preguntado por la venta, Knopfler, que en muchas ocasiones ha hablado de la «muy íntima relación» que establece un músico con su instrumento, explica que «no dejaba de pensar en esas guitarras acumulando polvo y en que necesitaban nuevos amigos (…). No quería que estuvieran solas, me gusta que hayan encontrado nuevos amigos».
Por otro lado, aclara que al lanzamiento de A Deep River no le seguirá ninguna gira: «No habrá tour porque quiero pasar más tiempo en casa; quiero estar más tiempo con mi familia, quiero pasar más tiempo escribiendo y cuando estás de gira nunca hay suficiente tiempo para leer, siempre trabajas hasta muy tarde», señala.
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