Lo que a principios de 2020 se llamó Colombiana de Nacionalidades, definiéndose como un faro de esperanza para migrantes que buscaban hacer vida en España, tres años después mutó, por la necesidad del mercado, en Iberomericana de Nacionalidades, una empresa con el mismo fin, pero más inclusiva. Más global.
Andrés Chamás, su CEO, define su empresa como un canal de oportunidades para la comunidad migrante, con un enfoque especial en aquellos provenientes de Latinoamérica y, sobre todo, quienes tienen origen sefardí. «No es solo un negocio, sino una misión para asistir, guiar y apoyar a quienes buscan un nuevo comienzo en tierras españolas», concreta.
«Nos dedicamos 100% al servicio de extranjería e inmigración en España, Portugal, Italia, Alemania. También, venimos trabajando desde hace 5 años en Colombia, pero más recientemente nos abrimos camino en Venezuela con el fin de facilitar el proceso de la entrega de nacionalidades española y portuguesa», destaca Chamás, haciendo énfasis en la genealogía y orígenes sefardíes que deben tener los solicitantes.
Todos aquellos que puedan probar su ascendencia, según la ley, pueden solicitar la nacionalidad, explica el empresario. Los sefardíes o sefarditas son, en la acepción más amplia del término, aquella parte del pueblo judío que vivió en la península ibérica hasta su expulsión por los Reyes Católicos de las coronas de Castilla y de Aragón, en 1492, y sus posteriores expulsiones de Portugal, en 1496, y de Navarra, en 1497; y los descendientes de estos, quienes, a pesar de no vivir en territorio ibérico, han permanecido ligados a la cultura hispánica.
El motor de Chamás e Iberoamericana
La empresa surgió de su experiencia como estudiante en Italia. Andrés Chamás nació en Caracas, pero de adolescente estudió bachillerato en Suiza. Luego, cursó la universidad en Italia y allí comenzó su travesía. Ese país fue el punto de inflexión para la concepción de Iberoamericana de Nacionalidades.
«Enfrentarme a los desafíos de la migración despertó curiosidad por mis raíces y me llevó a explorar la genealogía y la historia de mi familia, lo que eventualmente se convirtió en la esencia de nuestro servicio», rescata.
Con 26 años y una formación en economía y análisis de datos entendió que adaptar su empresa a las necesidades cambiantes del panorama migratorio era no solo importante, sino necesario. «Fue una gran emoción empezar a trabajar desde este punto y poder replicarlo en personas con esa misma necesidad», recalca. A su vez, señala cómo este proceso puede tardar meses y hasta años. «Se revisan informes de entre 15 y 20 generaciones, es exhaustivo», añade.
«Siempre han existido puntos de ley muy amplios, muchos otros que no están claros o son difíciles de comprender de cara al cliente. Así mismo, existe una gran diversidad de abogados monetizando de más, tomando de esos puntos lo más engorroso para crear falsas expectativas», enfatiza. «Nosotros tratamos de preparar los documentos de la mejor manera desde el punto de vista genealógico y documental para probar y cumplir con todo al pie de la letra. Facilitamos el camino de quienes solicitan nuestro apoyo», dice.
“Mi necesidad, luego de un tiempo, se convirtió en la de otros y fue ahí que entendí que debíamos hacer algo para atender esos casos, siempre con foco en la calidad de servicio, no en la rapidez de la solución”
Iberoamericana de Nacionalidades provee soluciones legales para quienes busquen avanzar en sus proyectos personales, profesionales o corporativos. «Nos proyectamos como una empresa líder en España en el área migratoria, pero que también se perfila como ese punto de acompañamiento constante para la comunidad migrante en cualquier parte del mundo».
Enfrentarse a los desafíos de la migración despertó curiosidad por sus raíces, dijo Andrés Chamás
Servicios y acompañamiento
Su portafolio de servicios comienza con la tramitación de visas para estudiantes o de trabajo, residencia permanente, regularización para personas que hayan excedido su tiempo en España, asilo por inversión, y más. «Diferentes situaciones obligan a diferentes servicios, muy variopintos», opina.
Asegura que Iberomericana de Nacionalidades va más allá de lo simple en gestión de procesos. «Somos un compañero de viaje, un consejero y un amigo para aquellos que buscan un nuevo comienzo. Somos un acompañamiento integral que abarca desde la genealogía e investigación histórica hasta asesoría legal en jurisdicciones clave en España, Portugal, Alemania e Italia».
Cuenta con un equipo de 13 profesionales: 4 en el área administrativa y 9 abogados, de los cuales 7 están en España y 2 en Italia. Todos están registrados ante el Consejo General de la Abogacía, lo cual permite les permite tener más instrumentos para defender a sus clientes frente a la administración pública.
Y con tantas empresas que pudiesen prestar el mismo servicio, ¿cuál es su factor diferenciador? «Somos una empresa multiservicios. Tenemos un equipo multicultural y entendemos muy bien lo que pueden esperar los interesados al momento de llegar. Comprendemos, de primera mano, lo que está pasando el estudiante, o el inmigrante», destaca. Además se avocan a la calidad del servicio.
«Somos muy rigurosos en el área documental. Un proceso genealógico dura 3 o 4 años, hay grandes expectativas, debemos estar en comunicación perenne con el cliente, y sí, somos una empresa joven, pero nos diferenciamos tanto por la transparencia como por el acompañamiento tan cercano que ofrecemos», describe.
Casos de éxito
Hasta la fecha tienen un 100 % de casos de éxito. Andrés Chamás específica, por ejemplo, que en Colombia han atendido 200 personas de nacionalidad portuguesa, por origen sefardí. «Para el 31 de diciembre de 2023, en el caso de la nacionalidad española para sefardíes, en general hubo 153.764 solicitudes recibidas en el Consejo General de Notariado; además, 88.113 solicitudes recibidas en la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública. Este número engloba a quienes firmaron en una notaría en España y solicitaron la nacionalidad».
Por su parte, hubo una resolución de 78.889 casos y 71.882 concesiones. Hubo denegaciones a 6.942 solicitantes.
«En este caso, una vez que la persona recibe la negación hay un mes de espera para poder presentar un recurso nuevo. Es una oportunidad para presentar la estrategia que tenemos preparada y arreglar ese tema», destaca Chamás.
“El objetivo es también llegarles a esas personas que han perdido la esperanza en su proceso de nacionalidad. Queremos que sepan que hay una vía para reestructurar sus casos”
Entre las cifras, rescata, hay casos pendientes de resolución. Son 9.224 expedientes que están en el limbo.
En relación con Venezuela, asegura que existen 15.042 solicitantes y 9.129 concesiones. Es decir, todavía están pendientes de resolución 5.913 expedientes de nacionalidad de ciudadanos venezolanos. Sin embargo, existen alrededor de 4.000 casos resueltos, siempre con la idea de que cada uno de estos procesos se resuelvan por la vía administrativa no por la judicial, subraya.
Lo más difícil
El solicitante debe ser paciente, aclara. «Además, debemos saber hasta dónde quiere llegar el cliente y nuestra responsabilidad es que se sincere y esté claro con sus objetivos».
Una vez que se tiene la documentación correcta, manifiesta, se demoran 3 meses en solventar las solicitudes de las visas en consulados, por ejemplo. «Ahora bien, siempre uno da por sentado que, teniendo un pasaporte, certificado de antecedentes penales apostillado y partida de nacimiento legalizada está todo listo. Y no. Estos son los documentos principales para solicitar una visa o una residencia, pero es lo mínimo que se pide», resalta.
Vale destacar que hay procesos que solicitan cierto monto económico, a lo que, según dice, es recomendable activar cuentas en el exterior que ayuden con la liberación de la concesión del estatus migratorio deseado.
«Desde el punto de vista documental genealógico, hay procesos como la nacionalidad española por adopción, búsqueda del árbol genealógico, la nacionalidad española por memoria democrática, por nombrar algunos», enumera. «Estos requieren documentación de la descendencia. No obstante, para eso tenemos un equipo de expertos que se encarga específicamente de esa vertical de información».
En materia de costos, todo proceso varía. «Pero Iberoamericana de Nacionalidades tiene precios muy competitivos en el mercado que pueden oscilar entre los 600 y 2.500 euros, dependiendo del caso y su dificultad», explica. «Es muy accesible sobre todo para aquellos que están trabajando en Europa y otros países; siempre escuchamos y estamos abiertos para un plan de pagos también, de ser necesario».
Andrés Chamás, CEO de Iberoamericana de Nacionalidades
Iberoamericana de Nacionalidades en Venezuela
Un aspecto clave de la labor de Iberomericana es la gestión de la incertidumbre legal y los cambios constantes en las políticas de inmigración. «Nuestro equipo está siempre al día con las últimas regulaciones y procedimientos legales en los distintos países en los que operamos. Esta proactividad nos permite anticiparnos a los problemas y encontrar soluciones eficaces», afirma Chamás.
Además, con la empresa especializándose en genealogía e investigación histórica, un servicio único en el sector, se ven en Venezuela ayudando a sus clientes a conectarse con sus raíces y entender mejor su historia familiar. Este servicio no solo ayuda en el proceso migratorio, sino que también ofrece un sentido profundo de pertenencia y una comprensión más rica de su identidad personal y cultural, según el CEO de Iberoamericana de Nacionalidades.
Cuenta que apoyar la inversión y el turismo en el país es algo que como empresa les llama la atención. «Nos gustaría poder trabajar más a fondo en relación con el país así como manejamos los temas de cancillería de Colombia. Tenemos, asimismo, la premisa de traer a gente interesada en vivir aquí en Venezuela y ayudarlos a tramitar su estatus en el país. Estaremos viniendo muy frecuentemente a Caracas para hacerlo posible».
Reserve su consulta y tome control de su futuro con Iberoamericana de Nacionalidades. Para más información, ingresar a www.iberonacionalidades.com