El pasado miércoles 15 de septiembre, en las instalaciones del Hotel Renaissance de Caracas, se llevó a cabo el relanzamiento del fotolibro Nuestras caras. Fue un encuentro especial que sirvió de ventana para reflejar cómo es ser niño en una realidad tan compleja como la de la capital venezolana.
De la mano de las fundaciones Huellas de bondad y OrbeEX, Francisco Rísquez sacó de nuevo a la luz 40 ediciones del documental fotográfico que nació con el fin de devolverle a una comunidad el cariño, el apoyo y la paciencia que le han dado al joven fotógrafo desde que comenzó este trabajo.
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El proyecto independiente, marca personal del artista, es un tiraje pequeño que se manejará de forma limitada. Las ganancias que se consigan a través de la venta del libro se destinarán, casi en su totalidad, a ayudar al barrio San Blas de Petare, comunidad con la que lleva trabajando dos años.
El documental fotográfico nació con el fin de devolverle a la comunidad de San Blas el cariño y el apoyo prestados al artista.
Se cierra un ciclo
El trabajo documental del fotógrafo ha sido expuesto en galerías nacionales y en países como Italia, Panamá y Estados Unidos. El nuevo destino de su obra se centra en su ciudad natal.
En palabras del artista, este libro significa el cierre de un capítulo; de un viaje que comenzó en el año 2017, cuando recolectaba imágenes de transeúntes en el barrio Pinto Salinas, ubicado en la parroquia El Recreo de Caracas, y que culminó en San Blas, gracias al ávido interés de los niños de la comunidad por formar parte de este documental fotográfico.
Aunque el lanzamiento oficial del libro se llevó a cabo en 2019, con este nuevo tiraje se pretende hacerle un regalo a la gente en agradecimiento por su apoyo y colaboración.
Nuestras Caras retrata, mediante fotogramas, el lado más inocente de la crisis social venezolana, dándole rostro y voz a las alegrías y sueños de los niños. “Con este libro intento dar a conocer la parte amable de las barriadas populares que se ha visto eclipsada por tanta violencia e inseguridad”, señaló Rísquez.
Huellas de bondad y OrbeEX están abocadas al desarrollo integral de los niños venezolanos.
Los chamos, sus protagonistas favoritos
Alegrar, motivar, inspirar y apoyar, con esas premisas fue creado el libro que retrata a los más pequeños de las comunidades de Caracas.
“Trabajar con los chamos para que puedan verle un lado positivo a la vida entre tantas complicaciones como el covid-19 o la misma situación país, es el motor de estas fotografías”, destacó el artista.
En una palabra, define el resultado como amor. “Cariño por los chamos, amor por lo que representan y lo que son. Son sinónimo de pureza y esperanza; sea cual sea la situación que estén pasando, se merecen ser felices. Yo conecté con eso y esa es la razón por la que quise devolverles el favor detrás de mi inspiración”, subrayó.
Nuevos volúmenes
Nuestras Caras tendrá, próximamente, un segundo y tercer volumen. El primero enfocado en la fotografía de niños también, pero no en la ciudad.
“Soy fanático del agua, de nuestras playas y la idea de un fotolibro creado solo con retratos infantiles en situaciones como el surf, el buceo o la sana diversión en nuestras costas, se me hizo absolutamente fantástico. Será otro abordaje y transmitirá una nueva sensación a quienes puedan comprarlo”, destacó.
Así mismo, dijo que la tercera versión de Nuestras caras estará enfocado en las mascotas. “Perros, gatos, loros, todos por igual. Sea cual sea el animal que tengamos en casa, este será retratado. Ellos forman parte de nuestro núcleo social y son realmente importantes en nuestras vidas”, indicó.
En palabras del artista, este libro significa el cierre de un capítulo; de un viaje que comenzó en el año 2017, cuando recolectaba imágenes de transeúntes en el barrio Pinto Salinas
Rísquez tiene alrededor de siete años dedicándose de lleno a la fotografía. Sus trabajos habían estado enfocados, casi en su mayoría, en las imágenes aéreas y el paisajismo de altura, estructura y ciudad.
Sin embargo, sus ansias de conectar de lleno con el “qué hay dentro de la ciudad y qué más tiene Caracas de fondo”, lo llevó a explorar una faceta más emotiva y significativa para él.
“Yo quiero saber cómo es el corazón de la ciudad. Muchos somos caraqueños, pero no tenemos idea de lo que nos rodea, tampoco de quién. Mi exploración se basa en buscar la esencia, la magia y el carácter de lo que hay en los edificios, alcantarillas, geriátricos, cárceles, pero hoy en día también de las personas”, explicó.
Para más información acerca de la adquisición del fotolibro Nuestras caras, ingresar al Instagram de Francisco Rísquez.
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