La pandemia y la cuarentena han traído como principal consecuencia un aumento de las interacciones en internet, bien sean compras, descargas, inicios de sesión, aperturas de cuentas. Todas ellas vulnerables en cierta medida, a ataques informáticos. Esto ha propiciado que se incrementen los ciberataques a particulares y a empresas, por este motivo, es muy probable que las tendencias en el mercado de la biométrica vayan dirigidas a prevenir que se sigan sucediendo este tipo de ataques, mejorando las tecnologías de encriptación de datos e implementando nuevos protocolos que generan más confianza al usuario y que les haga más difícil la tarea a los criminales cibernéticos.
Autenticación sin contraseñas en los CISO
Se plantea que los CISO (Chief Information Security Officers) trabajen con visión a futuro y que desarrollen nuevas formas de autenticación sin contraseña, es decir, basado en datos biométricos y que permitan al cliente, o a quien sea que utilice los sistemas informáticos de cualquier empresa, obtener una mejor experiencia de acceso, menos engorrosa y que se salte el paso de memorizar cientos de contraseñas distintas para distintas aplicaciones.
Esto permitirá reducir el riesgo de utilizar una sola contraseña segura para básicamente todos los servicios que utilicemos, es decir, que quien descifre una de tus contraseñas tenga acceso a todo lo que utilizas, bien sea redes sociales, equipos de hardware, cuentas bancarias, motores de pago, etc. Lógicamente, el uso de contraseñas continuará siendo el principal método de autenticación, pero se avanzará en los sistemas de autenticación biométricos que la mayoría de los dispositivos que están saliendo al mercado incluyen por defecto.
Nuevos avances en IA
Todo apunta a que 2021 será el año de la inteligencia artificial, los sistemas que harán más seguros los sistemas de pago, autenticación biométrica y que, en general, facilitarán los procesos de automatización en internet. Los sistemas informáticos y de machine learning son cada vez más sofisticados, y 2021 no será la excepción, ya que lo más probable es que se apunte a una mayor integración de servicios.
La relación entre seguridad y experiencia de usuario cada vez es más evidente y la demanda se dirige cada vez más a experiencias más seguras, sencillas de comprender y de rápida ejecución.
Protección contra el fraude en el trabajo remoto
El trabajo remoto se ha convertido en una de las principales tendencias laborales durante la pandemia, y no hay razón para creer que la modalidad no seguirá siendo tendencia durante este año. El razonamiento es simple, a las empresas les es más barato que el empleado trabaje desde su casa y al empleado le es más barato trabajar desde casa: uno no tiene que alquilar espacios para habilitar oficinas y en la mayoría de los casos no tiene que gastar demasiado en equipos de oficina o implementos similares y el propio empleado ahorra en transporte, comidas y tiempo, lo que a su vez les permite compartir más con sus seres más allegados.
Por otro lado, el covid-19 sigue siendo un problema que no se resolverá sólo con la existencia de una vacuna. Estos hechos lo que propician es que haya mayor incidencia de fraude por parte de empleados sin supervisión o por terceros que intercepten las comunicaciones o los pagos que se emiten entre la empresa y el empleado. Esto se traduce en una mayor necesidad por soluciones que permitan mejorar la seguridad en estas interacciones en particular.
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