El dermatólogo e internista Jorge Luis Vera Toledo, con más de 30 años de trayectoria, explica que cada día perdemos de forma natural una media de 100 cabellos, pero problemas de salud pueden acelerar esa caída.
«Entre las secuelas que deja el SARS-CoV-2 está la alopecia, un problema más visible en las mujeres», señala.
Vera Toledo indica que la caída del cabello por covid-19 no ocurre inmediatamente sino dos o tres meses después de la infección. Suele generar una gran alarma porque generalmente se trata de una caída masiva, de manera que podríamos encontrar mechones de cabello en la ducha, el cepillo o el sofá.
Notaremos que la cabellera pierde mucho volumen, la línea frontal del cabello retrocede bastante y es probable que el cuero cabelludo empiece a “clarear”. El especialista afirma que en términos médicos este problema se denomina efluvio telógeno agudo, y es probable que se deban tomar vitaminas para la caída del cabello.
Tratamiento para la caída del cabello poscovid-19
El efluvio telógeno agudo se produce cuando un evento estresante afecta a un cabello que estaba en fase de crecimiento. Como resultado, ese pelo pasa directamente a la fase telógena, que es la última etapa de su vida. Un estudio llevado a cabo en Nueva York concluyó que esa es la causa de la pérdida del cabello en las personas que han superado el covid-19.
En esos casos el folículo deja de funcionar, de manera que el pelo no puede seguir creciendo. No obstante, sigue unido al cuero cabelludo durante unos tres meses, pasados los cuales se cae. Por eso la infección por coronavirus no provoca una pérdida inmediata del cabello, sino que eso ocurre algunos meses después.
Las causas del efluvio telógeno agudo son múltiples, desde un déficit vitamínico o de oligoelementos, hasta tener los niveles bajos de hierro o incluso el estrés. De hecho, otra investigación realizada en Turquía apunta que el estrés físico y emocional que supone la enfermedad no solo puede causar el efluvio telógeno sino también alopecia areata. Otro estudio realizado en Italia confirma que los problemas de pérdida capilar se han agravado debido al propio confinamiento y la pandemia.
El pelo es particularmente sensible a los cambios que estamos viviendo. No solo sufre por la infección sino también por las variaciones en la dieta, la falta de sol debido a que salimos menos y, por supuesto, la ansiedad que está generando esta situación de incertidumbre social y económica. Todo ello debilita el cabello y favorece su caída.
Tratamientos posibles para la caída (alopecia) y luego de una minuciosa consulta con Jorge Luis Vera Toledo, a continuación algunas sugerencias médicas:
- Suplemento de vitaminas con biotina, tipo cabello, uñas y piel de formulación, por tres meses;
- champú anticaída y tónicos anticaída diariamente, acorde con la receta que indique Vera Toledo.
- infiltraciones de plasma rico en plaquetas aplicadas en el cuero cabelludo por el equipo médico;
- se aplica una receta minoxidil (5%) y masajear un cc diariamente. Sobre este producto delicado: es un tratamiento vasodilatador que habitualmente se utiliza para frenar la caída del cabello administrado por vía tópica en el cuero cabelludo, estimulando así el crecimiento del pelo. Habitualmente está indicado para casos de alopecia androgenética moderada; y
- alimentación: comer gelatina natural y tomar colágeno vía oral.
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