El auge del comercio en línea, impulsado fundamentalmente por gigantes como Amazon, no sólo ha modificado el patrón conductual del comprador, sino que ha obligado a reconfigurar el sector inmobiliario. Las grandes cadenas se han visto en la necesidad de adaptar sus espacios para el control, almacenamiento y distribución de sus productos, en un mercado cada vez más competitivo.
La tienda clásica se ha venido transformando de acuerdo a los beneficios de la conectividad y la masificación de la Internet. Ahora en el mundo del comercio se habla de flagship, término muy utilizado en Estados Unidos, cuya traducción literal sería “barco insignia” y que en contexto comercial es la metáfora de “tienda más representativa”. También la tienda omnicanal (que permite compras por internet) y la brandship, que es donde el cliente tiene la oportunidad de vivir la experiencia de la marca.
El comercio en línea da un respiro a las empresas que no pueden abrir tiendas físicas en zonas complicadas o muy retiradas y para ello se reservan sus catálogos en línea, con entrega a puerta. Esto supone una logística mayor en cuanto a la distribución y al flujo de productos en existencia, no obstante, diversos estudios de mercado han confirmado que el cliente todavía se siente más seguro con la proximidad. Para ciertos productos, por ejemplo, vestidos y accesorios, se prefiere más la cercanía de la tienda que la rapidez en la entrega, si la compra es por internet.
Firmas europeas como Mango y Zara, están en proceso de posicionarse con la construcción de mega tiendas, que las posicionen en la modalidad brandship, permitiéndoles vincular otros servicios como bares, cafeterías o comercios afines, que indudablemente mejorarán la experiencia del potencial comprador.
Inversión para logística
Los metros cuadrados que han absorbido algunas firmas con intención logística es el verdadero impacto del comercio en línea en las ciudades. En diversas partes del mundo, en el extrarradio urbano, Amazon y otros grandes del comercio en línea están comprando grandes terrenos -extensiones de muchos miles de metros cuadrados- para instalar enormes y digitalizados galpones, desde los que enviar las mercancías a los compradores.
Estratégicamente posicionado, Amazon, quizás el mayor comercio omnicanal del mundo Occidental, arrastra tras de sí a otras empresas que se han visto movilizadas por el auge, impacto y competitividad del comercio en línea.
En algunas marcas conocidas se está dando el fenómeno del alquiler de espacios y el cierre de las tiendas más pequeñas. El crecimiento acelerado, por su condición de venta minorista, les presenta el reto de generar mayor espacio en megatiendas ubicadas en el centro, que funcionen también como punto de recogida del producto. Es lo que ya sucede en supermercados con estacionamiento para sus clientes: una vez que han realizado por compra por internet, la retiran en la parte exterior, sin necesidad de ingresar a la tienda. Hacia ese modelo están marchando los supermercados de las próximas décadas.
En resumen, la viabilidad de la modalidad en línea supone la perdurabilidad de las marcas en el tiempo y la conquista de nuevos y distantes mercados sin importar las fronteras. Aún con una cadena de tiendas físicas, en espacios de alquiler, las grandes marcas mantienen muy clara su posición dentro del comercio en línea: cubrir lo que la experiencia directa con la marca no puede lograr. El sector a expensas de la conectividad continuará creciendo en los próximos años, a una escala muy difícil de prever.
Foto: Pixabay
Casa y muebles de las próximas décadas
Una de las características o, si se quiere, requerimiento de la casa del futuro será, casi por consenso, el ahorro energético. Como paliativo de la crisis mundial en su desesperada lucha contra los efectos del cambio climático, esos pequeños reductos donde permanecerá el urbanita, están en vías de transformación. Por añadidura se impone el ahorro del agua, el número de enseres que necesitaremos y el tipo de materiales con los que se confeccionarán los muebles.
En arquitectura sostenible existen ya ejemplos de eficiencia en cuanto a reducir la producción de tóxicos y el consiguiente mejoramiento de la calidad del aire. Un ejemplo de hacia dónde vamos está en Bilbao, donde ha sido diseñado el edificio -tipo Pasivehaus- más alto del mundo, cuyo consumo energético es casi nulo. Con el aprovechamiento de la energía solar, el proyecto logró que el consumo de energía del edificio cueste a los inquilinos 75% menos que en cualquier edificio convencional. Por otro lado, un inmueble bien aislado representa no sólo menos facturación de luz, sino también más años de resguardo para su arquitectura.
Ya se están produciendo en distintas partes del mundo, cristales fotovoltaicos que captan y acumulan la energía solar, con los que se elaborarán los ventanales ecológicos de las casas del futuro. Y ya han comenzado a fabricarse las viviendas que serán comunes en las próximas décadas, con materiales que retienen la energía solar y la envían a baterías que la acumulan, para distribuirlas por el hogar.
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Agua, iluminación y muebles conectados a la web
Simultáneamente, diseñadores y fabricantes de baños están dedicados a formular alternativas para el ahorro de agua, mediante la reducción del caudal en las griferías. Una innovación, todavía un tanto costosa, consiste en un lavabo capaz de filtrar las aguas grises, para que procesadas en el momento, regresen a la cisterna del inodoro. A medida que la investigación avance y que la fabricación se multiplique, la consecuencia inevitable será la disminución del costo por unidad.
Otra innovación en camino: El control digital de la iluminación doméstica. Sistemas que permiten encender o apagar las luces desde la calle o desde otra ciudad, cambiar el tono frío-cálido desde una tableta o un smartphone, y vincularlos con asistentes de voz como Google Home o Alexa. Los diseñadores de interiores tienen esta fantasía entre sus planes: lámparas a las que el propietario ordena con su voz, los colores y tono de iluminación que quiere en su hogar, en cada ocasión. Es decir, lo puede cambiar cada vez que así lo desee.
En la casa del futuro, el mobiliario dejará de tener las características que ha tenido hasta hoy: piezas que se ubican en un lugar, y que permanecen en el mismo, a lo largo del tiempo. En lo sucesivo los muebles serán livianos y, no por ello, más frágiles. Estarán construidos con materiales con capacidad de regeneración: golpes, arañazos y manchas podrán subsanarse con mínimo esfuerzo.
Pero hay más: podrán cambiar de color, de acuerdo a la cantidad de luz solar que reciban. Generar calor en los inviernos. Contrarrestar las altas temperaturas en verano. Y, muy importante, nos avisarán, si así lo queremos, de la presencia de insectos, de hongos o polvo en exceso, en la superficie. Serán, aunque cueste aceptarlo, muebles inteligentes, también conectados a la internet.
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Garajes inteligentes y compartidos
¿Alguien pudiera imaginarse acceder a su garaje sin llaves ni control remoto? Eso pensó el venezolano Enzo Zamora (Caracas, 1989), cofundador y CEO de la empresa Homybud. Zamora, residenciado en Madrid desde 2014, con estudios de Derecho en Venezuela y formado en Harvard y en la IE Business School, diseñó una startup tecnológica destinada a convertir los garajes en espacios de mayor provecho para las personas, explotando todo su potencial.
Con su novedosa aplicación, la cochera puede abrirse desde cualquier lugar nada más pulsando el icono en la pantalla del móvil. Su utilidad se extiende hasta para las entregas seguras en momentos en los que no hay nadie en casa. Un agregado de alta tecnología permite que la app se vincule a cámaras de seguridad para controlar quien entra y quien sale del lugar, además evita la proliferación de entregas fallidas y, en consecuencia, reduce la emisión de gases carbono.
Accesibilidad
La instalación de este mando en forma de aplicación es bastante sencilla. Solo se necesita montar el Start kit proporcionado por la marca, una operación de pocos minutos realizada por cualquier persona. Su diseño es amigable y la operabilidad es sencilla mediante el asistente del móvil o del reloj inteligente.
En el futuro, la compañía planea integrar funcionalidades nuevas que optimicen el funcionamiento del startup, tales como la integración de cámaras y servicios con compañías proveedoras de energía.
Con el gigante Volkswagen, han adelantado conversaciones para desarrollar una innovación en cuanto al servicio de garajes, estrechamente vinculados a la economía de los coches compartidos, a los que se agregará la de los garajes compartidos. Una aplicación con visión de futuro, sin lugar a dudas, que llegará lejos en alianza con consorcios de operaciones mundiales.
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