Se está produciendo en el mundo una multiplicación de los espacios peatonales. En las últimas dos o tres décadas, probablemente sea el fenómeno urbano más consistente y extendido en centenares -léase bien-, centenares de ciudades pequeñas, medianas y grandes. Cierto es que, de forma simultánea, hay países que han realizado importantes inversiones en vías para los automóviles. Pero, y esto es significativo, los peatones no se han quedado atrás. Quizás la creación, ampliación y desarrollo de espacios para los peatones sea la más importante tendencia urbanística, en esta primera parte del siglo XXI.
Pero hay que advertir: se trata de un proceso, todavía en su primera etapa, que continuará en las próximas décadas. El universo de ciudades pequeñas, medianas y grandes que podrían ser beneficiadas es simplemente enorme. Ahora mismo hay en el mundo casi 700 ciudades que sobrepasan el millón de habitantes, y más de 5 mil que tienen entre 500 mil y un millón de habitantes. La contabilidad de las ciudades entre 100 mil y 500 mil habitantes abruma: hay más de 15 mil.
Se peatonaliza en mayor o en menor escala. Con grandes o muy limitadas inversiones. En unas pocas calles céntricas o en grandes avenidas. En cascos históricos o en las proximidades del mar, de ríos, al pie de zonas montañosas o bordeando algún acantilado. En pequeños pueblos o en parques ubicados al borde de carreteras y autopistas. Puede afirmarse ahora mismo como una tendencia entre los alcaldes del mundo: andan en búsqueda de oportunidades para peatonalizar. En algunos casos, la peatonalización está asociada a proyectos de gentrificación. En la mayoría, ocurre de forma autónoma, como un fin en sí mismo.
La salud, lugar prioritario
En la mentalidad de algunos, la peatonalización se presenta como una respuesta a la cultura o dominio del automóvil en la estructura de las ciudades. Esto podría tener alguna validez en algunos casos. Pero, en términos generales, es un proceso que sobrepasa la tensión entre automóvil y peatón, puesto que los beneficios que genera son múltiples y crecientes.
El primero que puede ser mencionado: produce beneficios para la salud física y mental de las personas. La creación de espacios, particularmente creados para caminar, invita a reducir la dependencia de los vehículos, a ejercitar el cuerpo y la respiración, y a exponer la psique a la presencia de otras personas y de la naturaleza.
Asociado a lo anterior está otra cuestión relevante: las zonas peatonales, con todos los elementos agregados que contiene -bancos para descansar, arboledas, parques para los niños, zonas verdes, lugares para uso de mascotas y más- constituyen espacios para el encuentro, la conversación, los intercambios entre las personas. Son espacios de socialización, cuyo efecto es el estímulo a la convivencia.
Como es obvio, el crecimiento de las zonas peatonales ofrece otra ventaja: reduce la emisión de gases por parte de los vehículos, y mejora la calidad del aire que respiran los peatones, beneficio indiscutible para la salud. Muchos de estos bulevares, grandes plazas y otros espacios semejantes, sirven además para que deportistas y habituales del ejercicio realicen sus rutinas, próximos a aquellos que simplemente pasean.
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Más beneficios
Los promotores de la peatonalización, cada vez más numerosos, señalan como uno de sus beneficios fundamentales el incremento de la seguridad vial, en particular, para dos grupos sociales tan vulnerables como los peatones y los ciclistas. Que estos, además, tiendan a agruparse en espacios delimitados, disminuye el riesgo de atropellamientos, que se siguen produciendo en todas partes. Las políticas de separar y distinguir la circulación de unos y otros debería reducir la mortalidad de los accidentes de tráfico.
No solo mejoran los indicadores de la seguridad vial: también la economía recibe el impulso de estas soluciones urbanísticas. Como lo demuestran todos los estudios disponibles al respecto, que son innumerables, los espacios peatonalizados incrementan las ventas de los comercios, crean nuevos empleos, fomentan la apertura de nuevas empresas y crean un entorno urbano donde las familias disponen de zonas donde encuentran respuestas a dos necesidades, ambas perentorias: adquirir bienes que necesitan, al tiempo que pueden caminar, intercambiar con amigos y conocidos, reconocerse como parte de ambiente urbano.
Este conjunto de bondades quedan sintetizadas en una frase: la peatonalización mejora la calidad de vida, de forma más profunda y amplia de lo que parece a priori. Y hacia allá van pueblos y ciudades del mundo entero: al cultivo de espacios abiertos, amables y exclusivo para peatones, porque ellos son lo mejor que la ciudades pueden ofrecer a sus habitantes. Si se cumplen las proyecciones que han hecho miembros de observatorios de las ciudades, de varios países, hacia el 2040 el número de espacios 100% peatonales se habrá duplicado en el planeta.
¿Un futuro de grafiteros?
Una de las expresiones culturales más hondamente vinculadas a la ciudad es, sin duda, el grafiti. Unas veces con más espontaneidad que otras, la expansión de este “gesto” ha alcanzado extensiones planetarias, a pesar de su origen neoyorkino y popular. Desde artistas académicos hasta aficionados, la habilidad de sus autores para cubrir grandes espacios públicos con imágenes, colores y texturas no deja de sorprender.
Así, el artista catalán Uriginal, exponente de este género urbano, recrea a gran escala inspirado en los mosaicos de Gaudí, personajes contradictorios. En algún momento nos muestra un ícono de Marvel y en otra ocasión, un sencillo trabajador de las calles de España.
Aryz, radicado en Barcelona, comenzó desde muy joven usando aerosoles, hasta que una lesión en uno de sus dedos, le obligó a incorporar el pincel. Se ha especializado en viejas fábricas como lugares predilectos de intervención y ha trabajado en una docena de países desde Estados Unidos hasta Ucrania.
Pantone, es quizás el grafitero español con más fama internacional. Graduado en Bellas Artes en la ciudad de Valencia, combina técnicas diversas y estilos, para producir asombrosos juegos visuales. Otro muy destacado es Rosh 333, nacido en Alicante, quien construye un entramado visual que nos acerca a lo orgánico, combinando muralismo, ilustración y diseño gráfico. Y, como parte estos ejemplos, Kenor, quien recurre a la música como inspiración para expresar visualmente y a gran escala, la interpretación de su imaginario.
Los casos anteriores quizás nos sugieran una tendencia hacia los próximos años: la presencia creciente en el espacio público de artistas grafiteros, distintos a los rayadores de paredes que pululan en todas las ciudades: autores con una estética propia, diferenciada de sus colegas, cuyo trabajo podría constituirse, a lo largo de las próximas décadas, en uno de los signos visuales de las grandes ciudades.
Ciudades habitables, tres ejemplos europeos
“De 2009 a 2050 estaremos doblando la cantidad de habitantes en el mundo”: con esta inquietante frase intervino Pilar Conesa, comisaria del Smart City Expo World Congress, el principal evento internacional sobre ciudades inteligentes organizado por Fira de Barcelona, hace un par de años. La preocupación acerca de la habitabilidad de las ciudades está en pleno auge. Indudablemente, los esfuerzos conjuntos y la inclusión social, son factores decisivos para la tarea de gentrificación, en opinión de Martha Thorne, Decana del IE School of Architecture and Design, y directora ejecutiva de los premios de arquitectura Prizker, presente en el evento.
En ese sentido, París y Londres están dando el ejemplo de recuperación urbana con sostenibilidad, mediante la combinación estratégica de gerencia pública y privada. La capital francesa explora desde 2014 un nuevo urbanismo con la iniciativa Reinventar París, convocando al sector privado, a fin de establecer un compromiso financiero para remodelar 23 edificios públicos.
Mientras tanto, en Londres, se desarrolla King´s Cross, proyecto de regeneración urbana en el centro de la urbe. Por su parte, el proyecto Madrid Nuevo Norte, es un enorme desarrollo urbanístico pensado para la capital española. Es el más parecido a los de Londres y París.
En su modelo, la participación ciudadana es determinante: la voz vecinal está presente en la toma de decisiones. Apuesta por el transporte público, la bicicleta y el desplazamiento peatonal, además de aumentar el parque público de viviendas y controlar las construcciones de orden turístico. Madrid Nuevo Norte se presenta a sí misma, como la iniciativa como reinvención urbanística, que ha logrado el mayor consenso en España.
Los tres ejemplos señalan el camino que tomará la reinvención urbanística durante las próximas tres o cuatro décadas, en las grandes ciudades del mundo: participación ciudadana, soluciones para el transporte y la movilidad, respeto por el peatón, limitaciones al uso de viviendas y espacios públicos para fines turísticos.
En 30 años el número de peatones crecerá 50%
Distintos rankings publicados en la última década, destacan las avenidas por las que circula un mayor número de peatones de promedio, a todo lo largo del año: la Quinta Avenida, en New York; el famoso cruce Shibuya, en Tokio; La Avenida de los Campos Elíseos, París; La Gran Vía, Madrid; La Avenida 9 de Julio, Buenos Aires; La via Condotti, de Roma; La Rúa Augusta, Lisboa; La Rambla, Barcelona; Oxford Street, Londres; y muchas otras alcanzan entre 15 y 30 mil peatones de promedio por día.
El concurso de una serie de factores, entre ellos la aparición de nuevas zonas peatonales, ha hecho estimar que, en las próximas tres décadas, el número de automovilistas se reducirá en 20% con respecto al conjunto de la población, lo que tendrá una consecuencia obvia: un aumento de la demanda de zonas peatonales y una expansión de la cultura del caminar. Así, la circulación por avenidas muy concurridas todavía podría crecer 25%, y, en conjunto, el número de personas que caminan más de un kilómetro al día podría aumentar en 50%.
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