Venezuela se estaría preparando para enfrentar las consecuencias del revertimiento de las sanciones por parte de Estados Unidos, que volvería a imponer costosos límites al sector petrolero, asegura la agencia de noticias Reuters. Lo hace, mientras que el presidente Nicolás Maduro advierte que el «grave error» también afectaría los intereses estadounidenses.
La pérdida por parte de Venezuela de la licencia estadounidense 44, que le permitía exportar libremente y aumentar la inversión en su sector petrolero, afectará el volumen y la calidad de sus ventas de crudo y combustible. El revertimiento de este alivio, anunciado por funcionarios estadounidenses el miércoles, también provocará una avalancha de solicitudes de autorizaciones individuales para acuerdos estadounidenses, reseña la agencia de noticias.
Washington había advertido que no renovaría la llamada licencia 44 si el presidente Nicolás Maduro no avanzaba hacia la implementación de una hoja de ruta electoral acordada con los líderes de la oposición el año pasado que buscaba garantizar elecciones libres y justas este año.
Venezuela «seguirá su propio camino»
En declaraciones ofrecidas desde la sede en Caracas de la petrolera estatal Pdvsa, Maduro criticó a la administración del presidente Joe Biden por haber cumplido su «amenaza de chantaje».
«Mientras intentan perjudicarnos, presidente Biden, se están haciendo el doble de daño a ustedes mismos porque Venezuela seguirá su propio camino», dijo, flanqueado por trabajadores de Pdvsa, en un discurso transmitido por la televisión estatal.
En octubre pasado, la licencia alivió las sanciones petroleras que habían estado vigentes durante los cinco años anteriores a Venezuela, miembro de la OPEP, que alguna vez fue el principal productor de petróleo de América Latina.
El miércoles, funcionarios estadounidenses dieron a las empresas 45 días para cerrar transacciones pendientes bajo una licencia más restrictiva llamada 44A.