Ramón Castro Pimentel, ex vicepresidente de Deltaven, filial de Petróleos de Venezuela, experto en el sector de carga, transporte y distribución de hidrocarburos en el mercado interno y externo, asegura que los encargados de surtir gasolina en las estaciones ni siquiera saben el precio del litro, porque no hay monedas con qué pagarla desde hace tiempo y esto hace que ahora comiencen a aparecer los bachaqueros internos de combustible que lo cobran en divisas.
Castro Pimentel presentó ante un grupo de inversionistas una evaluación y el alcance de las medidas administrativas dictadas por el gobierno de Estados Unidos en contra de la empresa estatal Petróleos de Venezuela, sobre todo las recientes relacionadas con la materia de transporte aéreo de pasajeros y carga.
—Se ha distorsionado el mercado interno. La ausencia de suministro oportuno en las estaciones de servicio y la incertidumbre de los precios ha traído como consecuencia un mercado paralelo o negro altamente riesgoso. Mediante acuerdos indebidos con los depósitos, tanques de 50 litros que a la industria le cuesta producir más o menos en 50 dólares, se consiguen a 150 dólares llevados a la puerta de su casa o negocio, lo cual equivale a 3 dólares el litro.
—¿Cuáles son los riesgos de este tipo de operación?
—La manipulación del combustible de manera incorrecta puede traer desde secuelas leves hasta fatales para quienes manejan los envases no apropiados. Aparte del daño ecológico, la contaminación ambiental que produce deambular de manera insegura por las calles, pone en riesgo la vida del ciudadano común. Cualquier descuido o accidente involuntario haría explotar el producto, que es altamente volátil. Los popularmente conocidos como “bachaqueros” trasvasan a recipientes no autorizados y en sitios poco seguros la gasolina sin las mínimas medidas de seguridad pautadas por Pdvsa.
El experto en petróleo llama la atención sobre el precio oficial de la gasolina en expendios como estaciones de servicio para dar un ejemplo de la distorsión del mercado interno. “En las gasolineras, los empleados que surten a los clientes no atinan a dar un precio del producto servido en moneda nacional, porque al final reciben billetes del cono monetario que está en circulación y que no tiene las monedas de baja denominación necesarias para pagar por el combustible. Prácticamente, la gasolina se regala y lo que hacen los conductores es darle una jugosa propina al empleado. Pero los que ahora llevan envases puerta a puerta tienen beneficios en dólares o en euros”.
El subsidio
Históricamente, indica el especialista en mercadeo de hidrocarburos, el precio de venta doméstico ha sido inferior al costo de producción por décadas. Petróleos de Venezuela absorbió en materia de costos el diferencial. Este sistema continúa en la actualidad y es la empresa la que asume el costo de producción y de importación. “Por eso es que afirmo sin tapujos que se regalan la gasolina y otros derivados”, insiste.
—Se estima que por la frontera salen alrededor de 20.000 barriles diarios de manera ilegal.
—Sí. Eso ha perjudicado a la nación económicamente. También hay que sumarle los embarques de entre 50.000 y más de 100.000 barriles diarios de crudo que durante 20 años se han enviado a la isla de Cuba que han ocasionado ingentes pérdidas. Y por si fuese poco, en medio de este desastre le estamos regalando más de 50.000 barriles/día de gasolina y diésel que importamos. Petrocaribe junto a Cuba causaron un daño difícil de reparar a la administración de la empresa matriz, por cuanto en el ánimo del accionista no existe interés alguno de realizar gestiones comerciales para hacer efectivo el cobro.
—¿El manejo discrecional de Petrocaribe ha sido uno de los peores problemas de Pdvsa?
—Cierto. Más de 70.000 barriles diarios a nombre de Petrocaribe durante 20 años les ha permitido financiar los gastos de los gobiernos de Nicaragua, Haití, Dominica, etc., ya que ellos venden a su pueblo a precio internacional y compran con crédito a 20 años. Nicaragua en este tiempo de vida revolucionaria no ha cancelado todavía los embarques suministrados.
—¿En qué estado está el complejo refinador que posee Pdvsa?
—Lo que fuera orgullo de América Latina, las refinerías de Venezuela, que tienen una capacidad instalada y probada de procesar 280.000 barriles diarios de gasolina, hoy en día escasamente producen 100.000. Amuay trabaja a 10% de su capacidad total y El Palito, Puerto la Cruz y Cardón están paradas.
Castro Pimentel asegura que para cumplir los compromisos con países como Nicaragua y Cuba, Venezuela debe intercambiar petróleo producido por combustible refinado dando descuentos de más de 30% en el valor de su crudo en virtud de los riesgos que dicha actividad implica.