Los venezolanos llegan al final del 2023 con el salario mínimo más bajo de Latinoamérica por amplio margen, según un recuento reciente de Bloomberg. Al día de hoy, se encuentra estancado por debajo de los 4 dólares.
Los más afectados son quienes no pueden acceder a otras fuentes de ingresos, como jubilados y pensionados pues su ingreso exclusivo es una asignación equivalente a 130 bs. Así lo hizo saber el economista Aldo Contreras al diario el diario Voz de América, en alusión a poco más de 5 millones de venezolanos cuyos ingresos dependen exclusivamente de una asignación igual al salario mínimo.
Ante esta realidad, un estudio del centro de investigación Equilibrium Cende, estima que en mayo de 2023, 80% de los venezolanos (11 millones de personas), ganaban menos de $100 al mes.
El último aumento salarial hecho por el gobierno de Nicolás Maduro, establecido en marzo de 2022, fijó el salario mínimo en 130 bolívares. En aquel entonces alcanzaba aproximadamente $30, cuando la tasa oficial de cambio rondaba los 4 bolívares por dólar. Casi dos años después, sin embargo, cada dólar cuesta más de 35 bolívares y eso equivaldría a 3,6 dólares de salario total.
Así pues, sería la empresa privada la que logra resolver los problemas estructurales de la economía (con salarios superiores), aseveró Contreras.
116 salarios mínimos
El economista señaló que una familia venezolana necesita un promedio de 407 dólares al mes para cubrir sus gastos mínimos.
“Necesitan 116 salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria familiar”, apuntó.
Expertos estimaron que los salarios en el sector privado están dolarizados y oscilan entre 90 y 600 dólares por mes. Todo esto, dependiendo del cargo, el rubro laboral e incluso la región venezolana donde se trabaja.
Por su parte, el economista venezolano Giorgio Cunto, científico de datos, recordó que el gobierno decretó constantes aumentos de salarios en la última década para tratar de “hacer frente” a la inflación que avanzaba. Esos incrementos ocurrieron hasta 19 veces entre 2015 y 2018.
En su intento por desacelerar la inflación, el gobierno comenzó a “contener” los aumentos de salario mínimo como parte de una estrategia de control de gasto público para mantener a margen el déficit fiscal. La inflación fue de 182,9 % entre enero y noviembre, explicó Cunto.
¿La economía crecerá?
La discusión sobre el salario mínimo suele estar “divorciada” de la productividad nacional y la capacidad fiscal del Estado para soportar los aumentos que se propongan. Y “la mayor limitante” en el debate sobre el acuerdo salarial es que las finanzas públicas son “muy opacas y derrochadoras”, con un esquema de prioridades “cuestionable”, agregó.
El gobierno venezolano dijo que la economía nacional crecerá más de cinco puntos porcentuales este año, en un contexto de mejoras en la producción petrolera y la flexibilización de sanciones económicas sobre ese sector por parte de Estados Unidos.
Algunos dirigentes sindicales e investigadores independientes han propuesto que el salario mínimo aumente a 250 dólares por mes. Este sería monto similar a los ingresos básicos en otros países latinoamericanos, como Perú, Brasil y Colombia.
Otros demandan que el salario mínimo por los menos cubra el costo de la canasta alimentaria familiar.
Contreras resaltó que el órgano tributario del Estado, el Seniat, anunció una recaudación récord equivalente a 6.000 millones de dólares y que el mercado cambiario mostró una mayor “estabilidad” este año.
Según Contreras, el gobierno de Maduro no aumenta el salario mínimo porque “no hay voluntad política” para una medida de esa talla.
Atribuyó el estancamiento del salario mínimo por tantos meses a un “modelo socialista y empobrecedor” donde el Estado favorece a la gente con programas sociales. Esa coyuntura, según Contreras, ha provocado renuncias en el sector público, aumento de la corrupción y atasco del consumo.