ECONOMÍA

Usuarios casi gastan aguinaldos en comida

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En el segundo día de las fiscalizaciones de la Sundde –Superintendencia de los Derechos Socioeconómicos–, en los establecimientos en Sabana Grande, los consumidores expresaron que no iban a comprar muchos artículos porque el dinero de los aguinaldos prácticamente ya lo gastaron en alimentos. “Primero la comida; después, si alcanza algo, un par de zapatos o una ropita para los muchachos”, contó María Pino, ama de casa.

Indicó que llegó a las 8:00 am y ya había una fila ante la tienda de ropa íntima que abrió 3 horas después y donde la policía solo dejaba pasar tandas de 4 personas por la entrada entreabierta. A la salida, Josefina Rubio reveló: “Con la plata que quedó de los aguinaldos solo pude comprar 2 blumas para las niñas a 15.000 bolívares cada una y eso que estaban rebajadas”, dijo.

Frente a una zapatería, un comprador que pidió no mencionar su nombre, señaló que gastó 520.000 bolívares en 4 pares de calzados de tela y goma para sus hijos, pues dentro de la tienda no había mucha variedad de artículos y “además la policía me apuraba”.

La Sundde se presentó el sábado en Sabana Grande para inspeccionar los establecimientos y obligarlos a reajustar los precios en 50%. Glenda Mijares, una joven madre, reveló que el operativo oficial generó colas en Sabana Grande por lo que no logró entrar a la zapatería.

“Las utilidades se me fueron en la comida, pero quería unos zapatos para la bebé. Pese a la rebaja no los conseguí aquí en Sabana Grande sino en la avenida Baralt a 70.000 bolívares. Vine a ver si conseguía algo de ropa, pero el precio de un vestidito no baja de 250.000 bolívares”, narró Mijares.

En el recorrido de ayer por las tiendas del bulevar caraqueño no fue posible conocer la opinión de los comerciantes y encargados porque estaban temerosos de expresarse ante la fuerte presencia policial.

El hecho de que la prioridad de la gente sea la comida se comprobó en la calle El Recreo de Sabana Grande, donde se observó la cola más larga de consumidores (superaba las dos cuadras) a la espera de adquirir un kilo de azúcar por persona a 18.900 bolívares como la tasó la Sundde.

Rafael Díaz refirió que el dueño estaba vendiendo el azúcar a 50.000 bolívares el kilo por lo que este sábado la Sundde lo obligó a bajar el producto. “Tengo dos días en la cola. No sé si lograré entrar porque la gente del Sundde trabaja hasta las 3:00 de la tarde”, dijo.