Los aranceles punitivos contra productos europeos que Washington prevé aplicar, «afectarán antes que nada a los consumidores y empresas estadounidenses». Así lo advirtió este jueves Daniel Rosario, un portavoz de la Comisión Europea.
El vocero dijo que la Unión Europea lamenta la decisión anunciada por la Casa Blanca la víspera, de imponer a partir del 18 de octubre aranceles suplementarios de 10% a los aviones europeos y de 25% a otros productos, que afectarán primero a consumidores estadounidenses.
«Si Estados Unidos impone sus contramedidas, obligará a la Unión Europea a hacer lo mismo», advirtió Rosario en rueda de prensa. Dijo esto complicaría una solución negociada al viejo conflicto Boeing/Airbus.
La Organización Mundial de Comercio habilitó el miércoles a Estados Unidos a gravar durante un año la importación de bienes y servicios europeos por hasta 7.500 millones de dólares.
La medida es el último capítulo de un conflicto de 15 años entre el fabricante aeronáutico estadounidense Boeing y su rival europeo Airbus, debido a las ayudas estatales que reciben respectivamente.
Al anunciar sus contramedidas, Estados Unidos expresó su voluntad de iniciar negociaciones con la Unión Europea, que por su parte y pese al revés, dijo que tomaba nota de estas declaraciones del responsable estadounidense de Comercio.
Un batalla jurídica de más de una década
La batalla jurídica entre Airbus y Boeing ante el organismo de comercio comenzó hace 15 años, cuando Estados Unidos declaró muerto un acuerdo estadounidense-europeo de 1992 que controlaba las subvenciones en el sector de la aeronáutica.
Estados Unidos atacó primero en 2004, al acusar a Reino Unido, Francia, Alemania y España de acordar subvenciones ilegales para apoyar la producción de una serie de productos Airbus.
Un año más tarde, la Unión Europea afirmó que Boeing también recibió miles de millones de dólares de subvenciones prohibidas de parte diversas ramas del gobierno estadounidense.
Ambos casos se vieron inmersos luego en un conflicto jurídico y cada parte ganó de manera parcial. Eso tras una larga serie de apelaciones y contraapelaciones.
Según las reglas de la OMC, la Unión Europea y Estados Unidos tienen cada uno derecho a sancionar al otro.
Antes de conocerse las medidas de Washington, la Unión Europea ya amenazó inmediatamente con represalias si Estados Unidos impone finalmente esos aranceles.