El Sambil de La Candelaria, en Caracas, finalmente abrió parcialmente sus puertas al público este miércoles 30 de noviembre, luego de meses de intensos trabajos de recuperación. La inauguración total del centro comercial está prevista para el 28 de mayo del próximo año.
Con aplausos y gritos de emoción, las personas que asistieron al acto esperaban que subiera la santamaría principal del edificio, que fue expropiado hace más de 10 años por el fallecido presidente Hugo Chávez y que apenas el pasado 18 de marzo el gobierno de Nicolás Maduro concretó la devolución de la estructura a sus dueños originales. Durante todo ese tiempo, el lugar estuvo inactivo y resultó afectado por el abandono.
Por horas decenas de personas hicieron una extensa cola en los alrededores para acceder; algunos de ellos para curiosear o comprar en los más de 100 locales y tiendas en los rubros de comida, farmacia, ropa y de calzado que estarán disponibles en esta primera etapa, algunos para conocer el lugar y otros para buscar oportunidades de empleo.
Se espera que el Sambil de La Candelaria genere alrededor de 1.000 puestos de trabajo. Mientras que para su inauguración esa cifra aumentaría a 3.500 empleos.
Ni clínica ni universidad
“¿Cómo es posible que en plena Candelaria vayan a hacer un Sambil? No, no y no. Pero ¿quién aguanta el tráfico ahí? Hay que tomar acciones, alcalde, eso no se puede permitir. Ahí donde no cabe un alma están haciendo un Sambil. Eso va a colapsar todo el centro de Caracas. Pare eso, señor alcalde”, reclamó Chávez en 2008 durante su programa Aló, presidente.
En ese momento era Jorge Rodríguez, actual presidente de la Asamblea Nacional elegida en 2020 y considerado un promotor del diálogo entre sectores, quien estaba al frente de la Alcaldía del Municipio Libertador de Caracas. El ahora parlamentario aplaudió cuando Chávez exigió la expropiación de las instalaciones y asintió cuando le ordenó parar la construcción.
“Vamos a revisar todo eso. Vamos a expropiarlo y a convertirlo en una clínica, en una escuela, en una universidad. ¿Cómo vamos a hacer el socialismo entregándole los espacios vitales del pueblo al Sambil o a ese comercio desmesurado y consumista?”, manifestó el presidente.
Pero para el Sambil hubo muchos proyectos que no se concretaron. Jacqueline Faría, exjefa del Gobierno de Distrito Capital, sugirió en 2010 que el espacio albergara un centro de convenciones. Tampoco se instaló el centro cultural y comercial del que habló en 2015 la exministra de Comercio Isabel Delgado.
Lo que sí llegó a ser
El Sambil de La Candelaria significó grandes pérdidas para sus dueños y para los comerciantes. Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, denunció en diciembre pasado, cuando se cumplieron 13 años del anuncio de expropiación, que las autoridades del chavismo no habían pagado “ni un solo bolívar” a los agraviados.
Hasta donde se conoce, el Estado nunca concretó la expropiación, al menos no de forma legal, porque eso significaba que debía pagar el inmueble, por lo que tomó las instalaciones a la fuerza. “Se ordena la adquisición forzosa de un inmueble y las bienhechurías y demás bienes muebles en él existentes, denominado centro comercial Sambil La Candelaria, ubicado en la parroquia La Candelaria del municipio bolivariano Libertador del Distrito Capital”, señala la Gaceta Oficial 39543, con fecha del 2 de noviembre de 2010.
Pérdidas de bienes y graves daños
La Constructora Sambil llegó a denunciar que desaparecieron transformadores, motores de escaleras mecánicas, bombas de agua. También puertas de ascensores, aires acondicionados, cables, componentes mecánicos y tableros eléctricos. Además, los techos y los acabados del edificio sufrieron serios daños.
Rojas ha indicado que el centro comercial puede generar 4.000 empleos directos y 6.000 indirectos. Cuenta con 2.500 puestos de estacionamiento.
Las instalaciones, de seis niveles, se convirtieron en 2011 en un refugio para damnificados debido a fuertes lluvias en el país. Chávez había asegurado entonces que después de que las familias fueran reubicadas iban a aplicar el “plan del comercio socialista”, que supuestamente tenía preparado. “Ahí pueden trabajar, hacer las tiendas socialistas, fabricar ropa, calzados, venderlos barato”, dijo.
Ernesto Villegas, exministro de Transformación de Caracas, informó en 2014 que Nicolás Maduro ordenó la desocupación de las familias y afirmó que habían comenzado a establecer los primeros contactos y gestiones para determinar el uso final de las instalaciones y las modificaciones necesarias a la estructura para que se incorporara al conjunto urbano, del cual forma parte también la Torre de Finanzas.
Pero el centro comercial finalmente quedó como un depósito usado por instituciones públicas. En una de sus paredes, afectadas por la falta de mantenimiento, se observaba un mural que el régimen chavista hizo a favor del empresario colombiano Alex Saab. Actualmente, está un inmenso mural de colores.