La petrolera rusa Roszarubezhneft está intentando transferir sus activos venezolanos a otra empresa en Rusia para evadir sanciones, según documentos a los que tuvo acceso la agencia Reuters.
Roszarubezhneft, explica Reuters, solía proporcionar una solución a las sanciones petroleras de Estados Unidos a Venezuela.
La compañía se incorporó en 2020. Poco después adquirió las participaciones venezolanas de Rosneft, luego de que Washington impuso sanciones a dos de sus unidades por comercializar petróleo venezolano.
Cinco empresas conjuntas de Roszarubezhneft producen unos 125.000 barriles por día con unos 200 trabajadores rusos y venezolanos. Esa cantidad, subraya la agencia, equivale a alrededor de 16% de los 788.000 barriles diarios que produjo Venezuela en febrero.
La compañía quiere transferir sus activos venezolanos para evitar “el bloqueo de las actividades o la confiscación de activos de las empresas del grupo”.
También es necesario para “preservar el control y la gestión de los activos y el funcionamiento estable de sus unidades de negocio”, dice una carta del 16 de marzo enviada por un ejecutivo de Roszarubezhneft a sus filiales venezolanas.
Las sanciones actuales ya habían afectado el negocio de la compañía al privarla de divisas, señalan los documentos citados por Reuters, lo que obligó a pagarle a los trabajadores y proveedores en rublos y bolívares.
Los rublos no son aceptados ampliamente en Venezuela, que depende cada vez más del dólar, y tampoco existen empresas de cambio autorizadas. Por tanto, los trabajadores rusos tenían que encontrar a alguien dispuesto a cambiarles los rublos por dólares o euros.
Según explica Reuters, el exjefe de Rosneft en Venezuela es ahora el representante legal de Roszarubezhneft’s Petrolera (Cyprus) Ltd, que a su vez es propiedad de la Agencia Federal para la Gestión de la Propiedad Gubernamental de Rusia, una unidad del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia.
La compañía, de acuerdo con la agencia rusa Tass, cuenta con un capital de 4.060 millones de dólares.