Venezuela posee una considerable deuda con bancos chinos que acuerdan pagos con petróleo venezolano, pero en el contexto de la pandemia de coronavirus la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita, además de las sanciones estadounidenses sobre la Pdvsa, los precios del crudo se ubican muy por debajo de los costos de producción.
Por ese motivo, este jueves el régimen de Nicolás Maduro comenzó una serie conversaciones con China en aras de apoyo para enfrentar esta coyuntura y renegociar la deuda, dijeron cuatro fuentes conocedoras de la negociación a Reuters.
China, uno de los sostenes del régimen de Maduro, dejó de prestar a Venezuela hace varios años; no obstante, mantienen buenas relaciones diplomáticas por coincidir ideológicamente.
Recientemente, el Fondo Monetario Internacional se abstuvo de tramitar cualquier tipo de apoyo financiero de emergencia para atender la propagación del coronavirus en Venezuela donde ya fallan los suministros de agua y luz, y hay escasez de medicinas e insumos médicos.
Según dos fuentes, el prestamista no estaba enterado de la petición porque no cuenta con un canal de comunicación formal con Venezuela.
A la par de esa rechazada solicitud por 5.000 millones de dólares, el régimen venezolano ya había comenzado las conversaciones con China, vitales para el futuro del país, de acuerdo con las fuentes. «Sin ellos quedamos en el desamparo», afirmó una de ellas.
Bajo los acuerdos firmados en la década pasada estaría en casi 3.000 millones de dólares con los actuales precios del petróleo, señaló otra fuente, por lo que la renegociación es necesaria.