El retraso y las fallas técnicas marcaron el primer día de venta de gasolina controlada impuesta por el régimen de Nicolás Maduro luego de que llegaron al país cinco buques con combustible importado de Irán.
Así lo han denunciado periodistas, medios y usuarios en redes sociales desde esta madrugada.
A las 3:00 am ya había conductores esperando en las estaciones de servicio dispuestas por las autoridades para despachar combustible, que agravó su escasez a mediados de marzo, justo cuando comenzaba la cuarentena en Venezuela, debido a falta de químicos y fallas de mantenimiento. Aunque el régimen de Maduro achaca esto a las sanciones de Estados Unidos.
De acuerdo con los reportes, la mayoría de las estaciones de servicio contaban con combustible pero lo que generó retraso y confusión fue la forma de pago. Debido a la falta de efectivo la gente suele preferir cancelar de manera electrónica, pero había estaciones que pasadas las 10:00 am todavía no tenían ni punto de venta ni biopago.
«Ha sido pésimo. Estoy aquí desde las 3:00 am. La cola, cuando arrancó, avanzó rápido pero el problema fue que no había punto. Entonces estuvimos horas esperando hasta que arrancó», expresó un usuario de Caracas que tuvo que esperar entre cinco y seis horas para surtir su carro de combustible.
«Hice la cola por el terminal de la placa y cancelé con biopago del Banco de Venezuela. No me exigieron carnet de la patria y el proceso es muy rápido, de unos 20 minutos», dijo un ciudadano que corrió con más suerte en La Castellana.
En Las Mercedes, donde ofrecen gasolina subsidiada a 5.000 bolívares y la «premium» (como le llamó Maduro) a 50 centavos de dólar, también tienen disponible el biopago.
Las estaciones de servicio que no cuentan con un método de pago han decidido recibir entonces el dinero en efectivo. Por ejemplo, en la estación de servicio La Independencia de Los Teques solo están aceptando efectivo porque no les ha llegado el sistema del Banco de Venezuela.
En otros casos el retraso fue debido a que no había llegado la gasolina. En Petare, en el municipio Sucre, pasado el mediodía no había llegado todavía la gandola con gasolina. En esa estación, al igual que en la gran mayoría del país, las colas eran controladas por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y del INTT; y por otra parte, a las 10:00 am todavía no se había empezado a despachar en sectores como Caurimare, Chuao y Ojo de Agua.
En estados como Cojedes, Lara, Aragua, Miranda, Carabobo, Bolívar o Apure hay colas desde temprano, incluso desde la madrugada, para surtir combustible.
El nuevo esquema de precios impuesto por el régimen de Maduro establece dos tipos de pago. Uno es subsidiado y se cobran 5.000 bolívares el litro con derecho a obtener un máximo de 120 litros de gasolina para los carros y 60 para las motos. El otro es «premium», así llamó el gobernante los lugares controlados por empresas privadas, y tiene un valor de 50 centavos de dólares por litro sin limitaciones.
Hay, según informó el régimen, 1.500 estaciones de servicio para despacho de gasolina subsidiada y 200 para la privada.
Además, para adquirir combustible subsidiado hay que estar registrado en el Sistema Patria, pero, al parecer, no es necesario tener el carnet de la patria. La regulación es según el número de placa. Este lunes le tocó a los que terminan en 1 y 2 y el martes es para los que terminan en 3 y 4.