Rafael Ramírez, exministro de Energía y Petróleo y expresidente de Pdvsa en la gestión de Hugo Chávez, profundizó en la segunda parte de la entrevista concedida a El Nacional sobre los desbarajustes que enfrenta Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Ramírez culpó al presidente Nicolás Maduro de los males de la industria y de mantener a Tareck el Aissami como su operador político. «Es Maduro quien debe renunciar», recalcó.
—Según datos extraoficiales El Aissami está intentando pasar la culpa de los 10.000 millones de dólares en cargamentos perdidos a algunos de sus vicepresidentes para así salvar su responsabilidad en todo el asunto. En su experiencia, ¿se pueden otorgar cargamentos por esa cantidad sin que el ministro esté involucrado?
—Durante nuestro período de gestión, cuando me correspondió ser ministro entre 2002-2004, existían mecanismos de control de la gestión y rendición de cuentas que evitaban este tipo de situaciones. Aun si Pdvsa o la Vicepresidencia de Comercio y Suministro hiciese una operación fraudulenta de esta magnitud, los mecanismos de control tanto de Pdvsa como del Ministerio de Petróleo lo detectarían a través de los procedimientos y normativa que monitoreaba y verificaba permanentemente los volúmenes de producción y exportación, los precios de venta, e ingresos. Todos eran mecanismos establecidos por el ministerio que fueron desmantelados por el gobierno de Maduro entre 2015-2022. Menciono algunos: 1) los volúmenes de producción y exportación de petróleo, productos e hidrocarburos eran fiscalizados por el Ministerio de Petróleo, a través del Servicio Autónomo de Metrología de Hidrocarburos (SAMAH). Los volúmenes de producción eran medidos a boca de pozo y los destinados a la exportación eran medidos y certificados en los tanques, mientras la calidad se verificaba en laboratorios. Ello se hacía antes de que los buques salieran del país, de manera que existía un efectivo control de lo que se exportaba. 2) La oficina del Ministerio de Petróleo en Viena, al frente de la cual estaba Bernard Mommer, que fue desmantelada por el gobierno en 2017, verificaba que el petróleo se vendiera de acuerdo al precio mínimo establecido en la fórmula correspondiente del precio publicada en nuestra Gaceta Nacional. 3) Los recursos provenientes de las ventas, ingresaban a las cuentas colectoras de Pdvsa en el exterior y en 48 horas pasaban a las cuentas del BCV, el cual custodiaba el ingreso en divisas que pasaban a las reservas del país y los bolívares volvían al país para el pago de todos los conceptos de regalías, impuestos y los costos y los recursos presupuestados por Pdvsa correspondientes a inversiones, costos y gastos. Cada semana, todos los viernes, se producía una reunión en el Ministerio de Finanzas donde se hacía un balance de los ingresos petroleros entre el Ministerio de Finanzas, la Tesorería, el Ministerio de Petróleo, la vicepresidencia de finanzas de Pdvsa y el BCV. Todos los números tenían que cuadrar, es decir el ingreso petrolero tenía que corresponder al volumen exportado y el precio de venta. No podía haber diferencias. Si existiese alguna, debía ser soportada y explicada y se informaba al presidente de la República. Ese procedimiento estaba establecido de esa manera para verificar que todo el ingreso petrolero ingresara al país, al fisco. Que no hubiese ningún faltante, mucho menos de esa magnitud. 4) Durante el gobierno de Maduro todos estos mecanismos de control se perdieron, los desaplicaron. El gobierno de manera deliberada ha eliminado en Pdvsa el sistema SAP (donde quedan registradas todas las operaciones financieras de la empresa), la Fiscalización del Ministerio de Petróleo no existe, ni la verificación de volúmenes ni precios de venta, ni las reuniones entre el BCV, Pdvsa y los ministerios de Finanzas y Petróleo para verificar el ingreso. Lo más grave es que el dinero proveniente de las ventas de petróleo no entra a las cuentas del BCV, sino que se hace una gestión directa, donde Pdvsa, a través de la Vicepresidencia de Comercio y Suministro entrega cargamentos de petróleo a grupos privados, con un descuento de 40%, que dejan ese dinero en el exterior, en bancos y cuentas privadas y se envía el efectivo a Pdvsa. Ahora no hay control de ningún tipo y mucho menos rendición de cuentas. Desde el 2017 Pdvsa no emite los Informes Financieros Auditados por KPMG u otra firma internacional, no rinde cuentas ni a la Asamblea de Accionistas, ni al público, ni a la Asamblea Nacional. Los informes de gestión no se publican desde el 2016, así como el Ministerio de Petróleo no publica el Pode (Petróleo y otros datos estadísticos). En este ambiente de descontrol total es seguro que está sucediendo lo que indican, que esté sucediendo la pérdida de grandes volúmenes de petróleo y dinero. Esa es la única explicación de la falta de recursos del país, pues, aun con la menguada producción de Pdvsa, con los precios que ha tenido el petróleo en el mercado internacional, los ingresos de la empresa han debido estar en el orden de 30.000 millones de dólares, como lo ha reportado Ecopetrol con una producción y un tipo de crudo similar al nuestro.
El desastre en Pdvsa
—Usted trabajó con Asdrúbal Chávez. ¿Cree que tiene la fuerza política para decirle qué hacer a Tareck el Aissami?
—No, claro que no, por eso lo sacaron de Pdvsa, cuando quien ha debido salir es El Aissami como responsable del sector y además por tener claramente el control de la empresa y de todo el negocio. El coronel que colocaron al frente de Pdvsa es un hombre de confianza de El Aissami y pasa a sustituir a Asdrúbal Chávez, quien demostró no solo una absoluta falta de honestidad y amor propio, sino que demostró una incapacidad absoluta en el manejo de la empresa. Asdrúbal Chávez lo dejaron en Pdvsa todos estos años para que pusiera su apellido a convalidar el desastre de Maduro en la empresa y la persecución y encarcelamientos de cientos de trabajadores, agachando la cabeza como si él no hubiese sido parte fundamental de la gestión de la Pdvsa que ha desmantelado Maduro. Asdrúbal ha sido utilizado como una franquicia política por el madurismo. Sale de allí dejando a Pdvsa en ruinas, una empresa desmantelada que se reparten los amigos y socios del madurismo. Una vergüenza.
—Estimamos que la producción durante la gestión de El Aissami ha caído unos 150.000 barriles al día. ¿Cuál es su opinión de esta situación?
—Lo que ha sucedido en Pdvsa en este período de gobierno es un hecho muy grave, sin precedentes, el colapso de la producción respecto a nuestros niveles de 2013 de 3 millones de barriles día es de 83%. La producción actual es equivalente a la que tenía el país en los años 40, un retroceso de 80 años. Un desastre, esto no tiene antecedente en ningún país petrolero. El daño hecho al país y nuestras posibilidades de desarrollo es inconmensurable. La empresa ha sido desmantelada en sus capacidades operativas, infraestructura, la han entregado en pedazos, han dejado perder los equipos e instalaciones y lo más importante, han dejado perder nuestro conocimiento, desde 2017 han salido más de 30.000 trabajadores, sobre todo ingenieros y técnicos especializados. En el plan de privatización presentado por El Aissami, y que yo denuncié en su momento, se plantea convertir a Pdvsa, a través de la CVP, en un administrador de contratos. Es decir, que nuestra empresa pasa de su condición de operadora del Estado (como establecen la Constitución y la LOH) a la de ser una agencia que administra los contratos otorgados a las empresas operadoras privadas que se han beneficiado de los llamados “contratos de servicios petroleros” y las transnacionales chinas, rusas y norteamericanas (Chevron) que tienen el control de las actividades petroleras reservadas en la Constitución al Estado. Desde que el gobierno asumió el control absoluto de Pdvsa en 2015 y luego de su militarización en 2017, la empresa ha estado dirigida por operadores políticos y económicos de las distintas facciones y grupos del madurismo, directivos y gerentes que no tienen ningún tipo de formación ni experiencia en el sector petrolero y que están allí para favorecer los intereses grupales que representan. Pdvsa está en venta y el petróleo se ha entregado a operadores privados nacionales e internacionales. Esto no solo es un gigantesco retroceso en nuestro desarrollo petrolero nacional (una conquista que pertenece a todos los venezolanos), sino que nos priva de los beneficios del mejor negocio del mundo. Si a esta situación le sumas la apropiación de los recursos provenientes de las exportaciones petroleras, a través de la entrega de volúmenes de petróleo a los grupos del madurismo, para que los liquiden por su cuenta y sin retorno al país, ni pago de impuestos y regalías, entonces se puede explicar la grave situación fiscal y la situación de deterioro de nuestra economía y condición de vida de los venezolanos.
—¿Cómo están afectando los millones de dólares perdidos al tipo de cambio en Venezuela? ¿Qué tipo de información tenemos de la cantidad de dólares que está enviando Pdvsa al BCV?
—No existe ningún tipo de información de las ventas de dólares de Pdvsa al BCV. Como señalé anteriormente, los mecanismos de control y conciliación de ingresos y cuentas entre el BCV, Ministerio de Finanzas (Tesorería) y Ministerio de Petróleo (Pdvsa) no existen más.
—¿Cómo puede ocultar la Comisión Alí Rodríguez al país un desfalco de millones de dólares en cargamentos al presidente Maduro? En su experiencia, ¿un desequilibrio financiero de este tamaño puede esconderse debajo la alfombra para siempre o es una situación temporal y todo saldrá a la luz en algún momento? Notar que este hueco equivale hoy a más de 15% del producto interno bruto de Venezuela.
—En condiciones normales de control, un faltante de esa magnitud no puede ser ocultada. Es problema es que actualmente han eliminado, desaplicado, los mecanismos de control anterior y posterior de la industria. No hay registro de las operaciones y no existe ningún organismo ante el cual rinda cuentas el gobierno. De manera que este daño patrimonial queda escondido allí, oculto, bajo la excusa de las sanciones y con la cobertura de la inconstitucional Ley antibloqueo.
¿Qué hacer con El Aissami?
—En su opinión, dado los hechos mencionados, qué motiva a Maduro a mantener a El Aissami al frente de Pdvsa?
—El Aissami está allí justamente para hacer lo que está haciendo. Es uno de los operadores económicos y políticos de mayor confianza de Maduro y encabeza uno de los grupos de poder más poderoso.
—¿Qué le recomendaría a Maduro hacer con la actual junta dirigida por El Aissami?
—Realmente el problema está en Miraflores. Es Maduro quien ha decidido mantener a El Aissami allí, a pesar de su estruendoso fracaso. En cualquier gobierno normal hubiese sido destituido e investigado, lo que pasa es que El Aissami ha seguido la línea de acción de Maduro.
—¿Usted cree que tener a alguien buscado por la justicia y sancionado como El Aissami hizo más difícil el waiver de Chevron?
—La Licencia de la OFAC otorgada a Chevron es contraria a nuestra Constitución y Ley Orgánica de Hidrocarburos. Es un retroceso enorme a nuestras conquistas soberanas como país petrolero, en ella la transnacional extrae y exporta petróleo sin pagar regalías e impuestos, sin pagar dividendos y controlando las actividades primarias reservadas al Estado por la Constitución. De cualquier forma, en general, siendo El Aissami una persona sancionada y con orden de captura internacional por narcotráfico, resulta extremadamente difícil que sea un interlocutor con el sector internacional de petróleo. Por otra parte, su nula experiencia y conocimiento en el sector, su falta de trayectoria, anulan cualquier posibilidad de intervenir en el sector petrolero internacional. Sus apariciones por videoconferencia en las reuniones y eventos de la OPEP dejan mucho que desear, no aporta nada. Los socios internacionales tienen resistencia a interactuar no solo con El Aissami por las razones expuestas, sino a hacer negocios y tratativas con el gobierno de Maduro por la absoluta falta de legitimidad y actuaciones ilegales de su gobierno. Lo de Chevron ha sido una actuación ilegal y temeraria de la transnacional para cobrarse una deuda en unas condiciones y circunstancias únicas, pero no marcan el reinicio ni la normalización de la actividad petrolera internacional en el país.
—¿Hay una politica implementada por El Aissami de no pagar contratistas ni empleados?
—Pdvsa no tiene caja para pagar sus compromisos ni deudas sencillamente porque no producen ni exportan lo suficiente. Los cargamentos de petróleo están comprometidos con acreedores chinos y ahora con Chevron. Por otra parte, la política de asignar cargamentos de petróleo a sus amigos y socios, no solo ha roto la unidad del Tesoro de la República y de la empresa, sino que esos recursos no entran al flujo de caja de la empresa por lo que no hay dinero para cubrir los costos y gastos operacionales, ni para pagar deudas. El Aissami ha prometido a los privados, contratistas y acreedores de Pdvsa que pagará las deudas, trabajo e inversiones con petróleo y activos de la empresa, pero no hay suficiente petróleo almacenado para pagar a todos, entonces allí hay una competencia donde los más cercanos o las empresas con compromisos políticos o económicos con el gobierno se llevan el petróleo almacenado que pueden sacar, mientras que a la inmensa mayoría, sobre todo a los privados del sector nacional y a los trabajadores y sus Fondos de Pensiones, no les pagan, los mantienen al borde de la quiebra, de la desesperación o les inventan cualquier investigación o denuncia para no cumplir los compromisos de pago. Esto es una política que se ha profundizado durante la gestión de El Aissami, quien ahora concentra todos los recursos disponibles en operaciones con Irán y las empresas iraníes, a las que se les ha entregado el control de la refinería El Palito y aparentemente el CRP, mientras se reciben cargamentos de crudo liviano iraní para mezclar y vender con el crudo venezolano.
—Pareciera que las acciones de El Aissami van encaminadas hacia un modelo de extracción y depredación máxima de Pdvsa?
—El plan del gobierno, con el cual asumió El Aissami al frente de la Comisión Alí Rodríguez Araque es convertir a Pdvsa en una agencia administradora de contratos petroleros. Según lo expresado en el plan de privatización de la empresa que yo denuncié en su momento, lo que quiere hacer el gobierno es vender tantos activos de la industria como pueda –todo ello de manera absolutamente irregular y en secreto–, entregar las actividades primarias a los privados –violando las reservas de la Constitución y lo establecido en la LOH–, abatir el régimen fiscal petrolero y que operen otros. Es decir, en esa política, que es un retroceso enorme para el país y su independencia económica, Pdvsa no será más una operadora del Estado sino una empresa que administrará contratos con las empresas privadas, donde el gobierno entrega el manejo de nuestro petróleo. Lo que desarrolla Maduro es una estrategia neoliberal y entreguista, ningún gobierno de Venezuela ha actuado de esta manera tan destructiva y lesiva a los intereses del país. Maduro no piensa en el país, ni en la situación del pueblo. Ellos creen que vendiendo su alma al diablo, es decir entregando nuestra soberanía y nuestro petróleo, obtendrán suficiente apoyo político del lobby petrolero norteamericano para que les den legitimidad política en Washington de cara a las próximas elecciones presidenciales. Es decir, ellos piensan que el interés económico petrolero y de los tenedores de bonos norteamericanos serán suficientes para mantenerse en el poder.
—¿Será que El Aissaimi no entiende la gravedad de sus acciones dado que no está preparado para ser la cabeza de Pdvsa o será que sí lo entiende y hay un plan debilitar a Pdvsa?
—Lo más grave de todo esto es que ellos sí saben lo que están haciendo, actúan con alevosía, violando la Constitución y las leyes, porque para ellos el problema no es cómo favorecer el interés colectivo de los venezolanos ni el interés del país, sino cómo aferrarse al poder de la forma que sea. Es una tragedia a la que todas las fuerzas políticas y sociales del país debemos poner punto final, debemos detenerlos antes de que sigan entregando y destruyendo la patria.
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