Luego de que el presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Héctor Obregón, anunció el martes 26 de noviembre la recuperación del Complejo Industrial Muscar, en el estado Monagas, tras la explosición e incendio del 11 de noviembre, los racionamientos en el servicio eléctrico y de gas se mantienen, especialmente en el oriente del país.
La producción de gas propano se desplomó 97% desde la explosión en Muscar, de acuerdo con una nota de Bloomberg que cita fuentes internas.
Personas con conocimiento de las labores de reparación en las instalaciones de Petróleos de Venezuela dijeron al portal especializado en economía y energía que el incendio fue resultado de años de inversión insuficiente y falta de mantenimiento.
La explosión quemó un colector clave y el calor causó daños secundarios a los tanques de productos químicos, controladores y otros sistemas, dijeron las personas, que pidieron no dar su identidad por tratarse de información no pública.
Producción de gas afectada por la explosicón en el complejo Muscar
Francisco Monaldi , director de política energética para América Latina en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice en Houston, explicó que los daños tienen un impacto significativo en el suministro interno de combustible para cocinar gas y otros productos, así como la interrupción de las operaciones de mejoramiento y refinación de petróleo que requieren subproductos.
En estados como Táchira, Barinas y Nueva Esparta están tomando medidas para hacer frente a lo que se espera sea una escasez prolongada de propano.
La escasez de gas también afecta industrias básicas, desde las plantas de procesamiento de hierro, aluminio y cemento hasta la red eléctrica.
Un día antes de la explosión del 11 de noviembre, la producción de gas natural de Venezuela totalizaba 3,7 millones de pies cúbicos de gas por día. Después del accidente, la producción disminuyó 47%, según datos vistos por Bloomberg.
El envío de gas a Pequiven (Petroquímica de Venezuela) y las empresas de acero y aluminio de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) se ha paralizado por completo, con la intención de suplir parcialmente la demanda para el uso doméstico de luz en oriente.
El complejo Muscar es una instalación estratégica para la distribución de gas en el país, por lo que su paralización afectó la oferta del combustible para la generación eléctrica, la producción industrial y el uso doméstico que provocó, entre otras consecuencias, apagones en la zona oriental, especialmente en el estado insular de Nueva Esparta y también en Monagas.