Un total de 12 protestas y cierre de vías se han registrado en el área metropolitana de San Cristóbal en exigencia de gas doméstico.
Alida, vecina del sector Los Kioscos de Pueblo Nuevo y que prefirió no dar su apellido, declaró que por la falta de GLP perdió su empleo. “Me despidieron del trabajo porque llevo dos días manifestando para exigir el suministro de gas. Ayer como no fui me dijeron que no fuera más. Tristemente ya estoy desempleada por estar aquí apoyando a mi comunidad y buscando la manera de que tengamos gas en casa. Mi familia está integrada por mi hijo, mi nuera, mi nieta y yo. Ellos trabajan, aportan la parte económica y alguien tenía que hacer el sacrificio de venir para acá”, expresó, y añadió que se sentía burlada, frustrada y traicionada.
“Siento traición. Esto es una traición al pueblo porque tenemos muchas necesidades y nadie nos da respuesta”, señaló.
Contó que a su nieta le lleva la comida su otra abuela, que vive en Palo Gordo, municipio Cárdenas. El recorrido es de ocho kilómetros ida y vuelta.
Alida, entre lágrimas, dijo que les tocaba comer frío porque no tenían ni una cocinilla eléctrica. Además, sufre hipertensión e hipertiroidismo y sin trabajo no podrá atender su tratamiento.
Otra vecina, Belkis Hernández, mostró la “cocina eléctrica” que le prestó un allegado. A un escurridor de metal para platos le adaptaron una resistencia y un cable con enchufe y ahora sirve para cocinar los alimentos.
Hernández señaló que por una bombona de 18 kilos le pidieron 40.000 pesos colombianos, que equivalen a 3.076 bolívares según al cambio de moneda en frontera.
Nelly de Chacón identificó a un coronel de la Guardia Nacional, de apellido Adames, como el funcionario que les ofreció una jornada de gas doméstico para que levantaran la protesta.
A media tarde, después de tanta presión, llegaron al sector 5 camiones con cilindros de gas, pero aproximadamente 300 personas de la comunidad se quedaron sin recambiar sus bombonas de GLP.