Venezuela tiene un acotado mercado de compradores de su petróleo mezclado. Esto debido a las sanciones de Estados Unidos. Sin embargo, se abre paso especialmente en Asia, donde China ha vuelto a convertirse en un comprador más o menos regular.
La agencia especializada estadounidense Argus aseguró que la producción petrolera venezolana subió a un promedio de 440.000 barriles por día (bpd) en enero, es decir, 30.000 bpd más en el primer mes del año.
El régimen ya había incrementado 12% sus exportaciones en diciembre, una variación básicamente explicada por los envíos al gigante asiático, al que Caracas debe 67.200 millones de dólares que ha venido pagando con suministro petrolero, de acuerdo con una nota de la agencia británica Reuters en reseña de Banca y Negocios.
Con el objetivo de no ahorcar a la administración de Nicolás Maduro, Pekín ha aliviado las condiciones de estos suministros como una suerte de renegociación de pasivos.
Por su parte, Cuba ha recibido menos crudo venezolano. En diciembre, los envíos se redujeron a 29.000 bpd, aunque el régimen no ha cortado los suministros de gasolina y diésel.
No obstante, la escasez de combustible que padecen los venezolanos es persistente. De hecho, más de 40% de la producción agrícola podría estar comprometida por la agresiva reducción del abastecimiento de combustible.