El 11 de mayo, Nicolás Maduro anunció que se pondrán en oferta entre 5% y 10% de las acciones de las compañías públicas. En un primer momento, la información estuvo enfocada principalmente en la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (Cantv). Y el miércoles 25, el Banco de Venezuela confirmó que pondrá en oferta pública hasta 10% de su capital social.
Ambas empresas, al igual que la Fábrica Nacional de Cemento, cotizan en la Bolsa de Valores de Caracas desde antes del anuncio. La novedad radica en la cantidad de acciones que serán introducidas en el mercado, así como la promesa de que se aplicará la misma medida con otras compañías, incluidas las de la industria petrolera.
En ese contexto, El Nacional conversó con Benjamín Tripier, consultor en estrategia de negocios. Consideró que más que tratarse de una medida para mejorar el estado de esas empresas, se trata de una estrategia del gobierno encaminada a demostrar que continuará con una actitud de apertura en materia económica.
«El impacto económico de esta medida, en realidad, no es tanto para el funcionamiento de esas compañías, sino para ‘la revolución’ como un todo, porque está confirmando un cambio estratégico de rumbo», dijo.
Y explicó que cuando el gobierno de Nicolás Maduro comenzó a tomar decisiones que permitían una tímida apertura económica, «al principio uno podía pensar que era un cambio táctico para aprovechar la coyuntura».
«Pero se están dando pasos como estos de la oferta en el mercado de valores que lucen más estratégicos que tácticos. El impacto de esta media es adicionar dosis de confianza en el rumbo económico liberal que se tomó desde hace un par de años. Todo indica que eso va a continuar, que no es una cosa transitoria que se vaya a echar atrás», recalcó.
Al respecto, Tripier consideró que el primer paso del gobierno en ese sentido fue permitir y auspiciar la dolarización transaccional. El segundo consistió en dejar de lado los controles de precios y fiscalizaciones.
«Y ahora esto de ofertar acciones de compañías públicas es un paso más que confirma esa dirección liberal», precisó.
«En el corto y largo plazo el lanzamiento de las acciones más que beneficios para las propias compañías muestra una voluntad política de avanzar en el sentido de una apertura económica», insistió el especialistas.
¿Hay capital y confianza para adquirir acciones?
Preguntado sobre si existe el capital y la confianza suficiente para que el mercado pueda absorber esas acciones, Tripier destacó que se trata de lotes muy pequeños.
Dijo que las operaciones, al menos de momento, serán muy atomizadas, lo que no representará mayores dificultades.
Explicó que el asunto de la confianza podría ser más significativo si se tratase de lotes significativos, que requirieran la participación de grandes compradores.
«Lo que se ha ofrecido es muy poquito. Todavía no está ni siquiera desarrollado el concepto como para hablar de una privatización o grandes participaciones. Sería buenísimo que así suceda porque sí se necesita actualización tecnológica en las compañías. Maduro dijo que era una medida que buscaba inversiones tecnológicas, pero son montos demasiado pequeños por el momento».
Más portafolio que inversión
Añadió que pareciera que las operaciones van a limitarse a que «gente va a salir a comprar las acciones más como portafolio que como inversión en la compañía».
Explicó que existe una doble vertiente en las inversiones en renta variable. «Una es comprar acciones para ir tomando posición en la compañía y la otra es adquirir las acciones con el propósito de venderlas, es decir, mantener una cartera y sacarle el máximo rendimiento por diferencial de precio entre la compra y la venta», dijo.
Y estimó que los potenciales compradores de estas acciones tendrán ese propósito de solo adquirir y vender las acciones.
¿Ampliación de la oferta?
Sin embargo, aclaró que en una estrategia que suponga ampliar la oferta de acciones de las compañías públicas, el escenario debería considerarse desde otra perspectiva.
Apuntó que las empresas no petroleras no se rigen por la Ley de Hidrocarburos. Esta obliga al Estado a mantener una participación accionaria de al menos 51% en las empresas mixtas.
Pero como ese no es el caso de Cantv y el Banco de Venezuela, por ejemplo, «el Estado podría quedarse con solo 5% de estas dos compañías y colocar en el mercado el resto».
«Si uno pensara que hay una estrategia para seguir ampliando la oferta y llegar a un porcentaje más alto del capital, es decir, si la oferta de acciones siguiera expandiéndose, sí podrían ser adquiridas por alguna empresa grande y esta adquiriría una posición relevante en la composición accionaria», dijo.
¿Privatizaciones?
El experto afirmó que no cree que la venta de acciones se traduzca en una mejora considerable en las empresas, especialmente en las de telecomunicaciones como Cantv.
No obstante, indicó que podría suponerse que haya una intención de renovar y optimizar estas compañías con capital privado y que la oferta de acciones se limite a ser una muestra de buena voluntad para los grandes capitales. «Para la recuperación de esas compañías tendría que haber un socio tecnológico interesado en gran cantidad de acciones. Con esos porcentajes de 5% a 10% parece difícil. Pero la otra posibilidad es que ya haya conversaciones con algún inversionista tecnológico, y que este vaya viendo muestras de buena voluntad del gobierno al ir ofertando acciones para que el público general las compre y después el gran comprador pueda hacer una oferta concreta», consideró.
Industria petrolera con sanciones
Por otro lado, Tripier opinó que la situación de las empresas como Cantv y el Banco de Venezuela no aplica en las industrias petroleras.
«Ahí entra fuerte el tema de las sanciones. Hay que separar entre quienes tomarían estas acciones para generar cartera, que allí no habría mayor problema. Pero, para tomar posición en el capital, participar en la junta directiva, en las decisiones, convertirse en un socio, en este momento las restricciones para la industria petrolera por las sanciones complican el interés en comprar acciones», señaló.
Aclaró que aunque otras compañías no petroleras también se encuentran sujetas a sanciones, estas medidas obedecen a que están calificadas como empresas del Estado. Pero, explicó, si buena parte de las acciones fuesen compradas por la población general, la empresa dejaría de considerarse como propiedad del Estado.
«Y en ese caso, socios extranjeros podrían hacer compras de esas acciones a inversionistas privados y ya se alejarían del tema de las sanciones», precisó. «Pero, es difícil en el tema petrolero porque es un ámbito totalmente distinto y tenemos una gran cantidad de conflicto en ese aspecto que podría impedir que se facilite las inversiones en ese sector», enfatizó.
En este caso, como se mencionó anteriormente, la Ley de Hidrocarburos obliga al Estado a mantener la propiedad de la empresa (51%). Por lo tanto, no podría emplearse la táctica de vender la mayoría de las acciones para que la compañía deje de ser considerada «del Estado» y se libere de las sanciones.
Transparencia
El consultor destacó la importancia de la aplicabilidad de la oferta de las acciones de compañías públicas.
«Estoy convencido de que el cómo es más importante que el qué. Ya sabemos que se venderán acciones de la Cantv, del Banco de Venezuela… El cómo será es otra cosa, porque tiene que haber una plataforma de información pública», dijo.
Y llamó la atención sobre la existencia de la Ley Antibloqueo con la que el gobierno se atribuye la discrecionalidad de designar asuntos como «confidenciales».
«No pueden decir ‘esto no lo voy a mostrar porque según la Ley Antibloqueo lo puedo tener como confidencial’. En el mercado de valores esto no se puede manejar así. En el mercado de valores tienes que tener hasta la última asamblea publicada, tienes que tener los balances auditados hasta el último cierre antes de la emisión», advirtió.
Y afirmó que el gobierno debe enfocarse en cómo va a manejar la difusión de información de estas compañías, que hasta ahora se hacía de manera privada. Para ello, añadió, tendrían que cambiarse incluso términos de la política de comunicación de esas empresas. «Creo que están las condiciones dadas para la oferta. Pero ¿cómo se va a hacer? Eso lo vamos a ir descubriendo poco a poco. Y en función de lo que suceda con esta primera oferta de entre 5% y 10% dependerá cómo se genere la expectativa de que se expanda mucho más la oferta», concluyó.
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