La pobreza en la población urbana de Argentina se situó en 35,4% durante el primer semestre del año. Esto equivale a 3,4% por encima de la tasa registrada en la segunda mitad de 2018, informaron fuentes oficiales.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos dijo que el índice de indigencia es de 7,7%, 1% más que en el segundo semestre de 2018.
En comparación interanual con el primer semestre de 2018, el índice de pobreza aumentó entre enero y junio pasado 8,1% y el de indigencia, 2,8%.
La estadística oficial señala que a finales de junio se encontraban por debajo de la línea de pobreza 2,4 millones de hogares, lo que supone 10 millones de personas pobres.
Un total de 514.273 hogares se encuentra bajo la línea de indigencia, lo que incluye a 2,1 millones de personas.
La medición tiene en cuenta el nivel de vida en los 31 centros urbanos más poblados del país. Esto abarca a 28,2 millones de personas, sobre una población total en Argentina de aproximadamente 40 millones de personas.
Este es el séptimo estudio sobre la pobreza que realiza el Indec tras la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia. Y es el tercero de este ciclo que arroja como resultado un aumento en el índice.
El crecimiento de la pobreza en la primera mitad del año coincide con tasas de inflación altas, pero que tendían a desacelerarse sobre el último tramo del semestre.
La inflación, indicador que incide en forma directa en la valoración de la cesta básica de alimentos y de servicios que se utiliza luego para medir la línea de indigencia y pobreza, volvió a acelerarse con fuerza en agosto, a partir de las severas turbulencias financieras desatadas tras las elecciones primarias.
Por eso se prevé que los datos sobre pobreza e indigencia correspondientes al segundo semestre de este año sean aún más elevados.