ECONOMÍA

Pidecola App le permite a universitarios solucionar traslados interurbanos

por Avatar Karem González

Un golpe de suerte. Así define Christopher Miranda la idea, desarrollo y actual implementación en el mercado tecnológico de su emprendimiento, Pidecola app.

La idea surgió en septiembre de 2023. Salí de la Universidad Católica Andrés Bello y pasó por el popular Pide cola, donde los estudiantes, con un cartel hecho a mano, solicitan traslados entre sus pares. La colaboración era la clave. La movilidad se asomaba también, aunque en segundo plano. ¿Entonces, por qué no formalizarlo? En segundos, dice, nació su oportunidad de negocio.

“Cuando me puse investigar a un poco, sobre todo por la falta de formalidad a pesar de la cantidad de años que tenía implementándose esa forma de traslados, supe que hubo intenciones de crear grupos de WhatsApp por parte de la UCAB, o que la Universidad Simón Bolívar había intentado hacer una aplicación sin éxito”, señaló Miranda.

“En el país, se habían buscado mil y un maneras de solventar el problema, pero nadie lo había logrado bien sea por falta de capital o conocimiento”, agregó.

 

Pidecola App Emprendimiento

Christopher Miranda, CEO de Pidecola

Negocio redondo

Aventón, jalón, dar bola, tirar pedo, autostop, hacer dedo. En Latinoamérica son muchas las palabras que definen el hecho de «darle la cola» a una persona bien sea en carro, bicicleta o moto.

El término se originó durante la guerra de la independencia, cuando los ejércitos emprendían grandes travesías y mientras unos soldados iban a caballo, otros iban a pie. Cuando les tocaba subir montañas o cerros, los de infantería pedían a los que iban a caballo permiso para sujetarse de la cola del animal. Con esto se hacía menos trabajosa la subida.

Hoy, un joven de 22 años, cursante aún de la carrera Administración de empresas, le dio un vuelco a este servicio gracias a la tecnología.

Christopher Miranda tiene desde los 18 años trabajando en el mundo de las starups. Paradójicamente, desde pequeño se inclinaba por la gastronomía. Creció queriendo ser cocinero, dueño de un restaurante digno de una estrella Michelin.

“La chispa de trabajar para ser mi propio jefe y ganar mi propio dinero nunca se ha apagado”, comentó, haciendo énfasis en que sus primeros pasos. Cuando estaba finalizando primaria, vendía entre 15 o 20 pulseras de aquellas populares liguitas multicolores al día entre sus compañeros de clase. A los 16, ya en bachillerato, comenzó a vender Herbalife a través del Instagram de su papá.

Emprender como sea. Ese siempre fue su propósito.

 

A su corta edad, ha pasado por el mundo corporativo (Wawa, Yummy y Pleni), labrándose un camino a través de la tecnología que, según dijo, es un tema aún difícil de entender en Venezuela. “Mi interés en este vasto universo de aplicaciones nació con Ridery, esta starup fue pionera en Venezuela y siempre quise saber cómo se lograba una hazaña así”. En noviembre de 2023 obtuvo respuesta. Dos meses después de haber soñado con darle forma a Pidecola como app y no como cartelito desechable.

Su último trabajo, compartió, fue sacar adelante una empresa de tecnología financiera que era básicamente una aplicación para crear bolsos o sou-sou. «Es decir, una práctica de ahorro colaborativo entre familia y amigos, que sigue desarrollándose actualmente».

Pidecola como solución a un problema

“La idea era formalizar la práctica del carpooling, que fuese un servicio seguro y rápido para los estudiantes”, dijo Miranda de Pidecola. “La app, intuitiva y fácil de usar, permitiría compartir viajes en rutas interurbanas. Sería una alternativa que se adaptara a horarios, estilo de vida y economía”.

Y así pasó, luego de que Gerson Gómez, CEO de Ridery, se involucró como inversionista del proyecto.

“Fuimos a un evento en el Poliedro de Caracas de tecnología. Allí abordé a Gerson con la propuesta. En principio, lo veía como una vertical de negocios de Ridery, pero me atajó la idea y me dijo que comenzáramos a trabajar desde cero en la app como negocio propio”, recordó Miranda.

 

Miranda junto a Gerson Gómez, CEO de Ridery, inversionista de su emprendimiento

 

En menos de un mes le dio forma a la plataforma. “Hicimos el desarrollo, levantamos los procesos y las alianzas entre las universidades. La primera fue la UCAB y el resto es historia. Salimos al mercado en abril de 2024”, dijo el creador de Pidecola.

Es básicamente un código abierto, todo es nativo. La tecnología la encontramos a través de una app medianamente hecha y con un grupo de venezolanos terminamos de crearla para comenzar a testear el funcionamiento, la tracción y finalmente el interés del usuario. La primera prueba a piloto fue en marzo, formamos un grupo de 20 personas que usaban Pidecola todos los días y, sin más, estuvimos listos”. Hoy 8 personas forman parte del equipo que lidera.

 

¿Cómo funciona Pidecola?

La simplicidad es la regla. La aplicación está disponible tanto en Play Store como Apple Store.

Destaca la seguridad de la app. El estudiante debe ingresar la foto de la cédula y del carnet de la universidad. Luego de que se comprueben los datos, tendrá acceso completo a la app. Posteriormente, se coloca un lugar de destino, también la ubicación actual, fecha y hora de partida, y aparecerá una lista de opciones entre las que destaca cómo se puede poner de acuerdo con el conductor.

De la cara al timonel, se tiene activa una opción llamada Publicar en el inicio de aplicación. De igual forma, se debe colocar un horario, punto de salida y destino. Aquí hay una diferencia: es obligatorio adjuntar un carnet de circulación, licencia de conducir y una fotografía del carro.

Miranda aseguró que todo debe ser legal y, luego de comprobarse cada dato, se podrá utilizar con plena libertad la app.

“Para garantizar plena seguridad en el proceso, desde Pidecola hacemos una alianza comercial o de distribución, es decir, pedimos a las escuelas que nos suministren una base de datos de usuarios y estudiantes activos dentro de la universidad”, dijo Miranda.

Hasta el momento tienen registrados más de 2.000 usuarios. Además, son 231 los conductores verificados dentro de la app en 3 universidades: UCAB, UCV y Monteávila.

 

La seguridad es los primero para usuarios y conductores de Pidecola

 

¿Cuánto cuesta un viaje en Pidecola?

0,10 centavos de dólar el kilómetro. “Es muy económico para el estudiante”, dice Christopher. “Desde la UCAB hasta Plaza Venezuela, por ejemplo, el monto es de 1,3 dólares”.

¿Y la rentabilidad? ¿No es muy poco dinero para los conductores? Después de aceptar que es la pregunta que más le hacen, reconoció que lo interesante para el conductor es que puede trasladar hasta a 3 o 4 personas dentro de su carro.

“Ahí es cuando multiplicas cada carrera y el total puede variar entre 6 o 7 dólares por viaje. Además, el pasajero no gastará más de 50 dólares mensuales, yéndose seguro y sintiéndose cómodo gracias a Pidecola”.

 

 

Otra gran diferencia con este servicio es que “el conductor a juro y porque sí, hará la misma ruta. Irá de su casa a la universidad y viceversa, sin desviarse. No habrá cambios. Así pues, pasará de no ganar nada a percibir un ingreso interesante, que puede generarle hasta 300 dólares al mes”, resaltó Christopher Miranda.

Esa, dijo, es su mayor propuesta de valor: pueden capitalizar su cotidianidad. Lo que antes hacía gratis, hoy puede cobrarlo.

Para 2024, la comunidad estudiantil en Venezuela es de aproximadamente 350.000 estudiantes. “Y en base a nuestros cálculos, 30% de esa cantidad tiene carro. Son casi 15.000 personas que pueden llegar a ofrecer este servicio, generando un ingreso extra». Atienden entre 50 y 80 personas diariamente. Pero quieren llegar a las 1.000 o 1.500 colas.

Terminando de involucrar las 24 universidades que quieren este año, dice, están seguros de que podrán alcanzarlo. “Si llegamos al 60% de la meta de 2024, serán aproximadamente 560 mil usuarios activos en la plataforma. Todo un éxito”.

 

Las universidades son las mayores beneficiadas con Pidecola

Pioneros en Venezuela y Latam

Con Pidecola no estamos inventando el agua tibia. Este servicio existe ya en Europa con una empresa llamada BlaBlaCar, está en 26 países y se centran exactamente en el mismo modelo de negocio, pero entre ciudades. Por ejemplo, en España, desde Madrid a Valencia, es común que el viaje se haga con esta app.

Pero en Latinoamérica, no existe, aseguró Miranda. “Hay proyectos de movilidad compartida muy pequeños, pero como el nuestro, ninguno. Y lo más importante, Pidecola es una de las pocas empresas de movilidad en Venezuela que también es sustentable con el ambiente. Estamos reduciendo las huellas de carbono al compartir cada carrera. Durante el tiempo que llevamos operativos, hemos reducido exitosamente 2 toneladas y, al final, la intención es poder reducir 100 en un solo mes con la app”.

La intención de Pidecola es crecer. “En un inicio, queremos ofrecer el servicio al sector universitario, pero también nos visionamos en la empresa corporativa. No quitamos el hecho de que en un futuro podamos abrir la aplicación y que cualquier persona que quiera ser parte de ella lo pueda hacer”.

Sobre la inversión, Miranda comentó: “El tema con este tipo de app es que entre más dinero puedas quemar en un principio, el avance es mucho más rápido y agresivo. Con Pidecola tuvimos la ventaja de que no fuese costoso salir al mercado, pero sí está empezando a serlo mientras nos posicionamos como marca de movilidad. La gente piensa que somos una app más, otro Ridery, Yummy o BipBip, aunque nuestra propuesta de valor es completamente distinta. No tenemos competencia”.

 

Saltos de fe

Para Christopher Miranda, lo más difícil de emprender en un país como Venezuela es el tema de la confianza, sobre todo por la edad.

“Estamos muy acostumbrados a que una persona que está formando una empresa posee un MBA en Economía, intachable trayectoria y experiencia corporativa de años. Mi caso fue bastante particular y lo agradezco. Levantar capital a los 21 años, tan rápido y gracias a una aplicación, no es la regla sino un golpe de suerte”, reconoció el joven.

No fue el caso de la UCAB, que apostó inmediatamente por Pidecola.

Gustavo García, vicerrector administrativo de la institución, señaló que el recurrir a una app como esta, tiene ventajas desde el punto de vista de la comodidad y seguridad. “Sencillamente es una alternativa de movilidad complementarias a las que ya existen”.

“Por eso, la UCAB es usuaria y promotora de esta fórmula para la comunidad. Somos beneficiarios. Pidecola es una suerte de digitalización del Pide Cola físico que siempre ha existido, y aunque no creo que llegue a sustituirlo por completo, es importante que exista la opción”.

García asegura que desde UCAB servicios fungen como inversores de manera simbólica, permitiéndole a un emprendimiento de esta naturaleza hacer lo necesario para comenzar. Se basan en su robusto programa de aceleración y emprendimiento para hacerlo posible. “Somos un capital semilla”, advierte, así como lo hace Yale University en Estados Unidos. “El tema del financiamiento sigue siendo uno de los más débiles para los emprendedores en Venezuela, por eso buscamos la manera de ser un apoyo para ellos”.

Christopher Miranda apuntó que lo más importante es nunca callarse. Contar las ideas, hablar. “No saben quién te pueda apoyar, sea con dinero o a través de mentorías, todo vale. Si recibes una idea o te hacen una pregunta, tal vez eso es justamente lo que hace falta para comenzar tu proyecto”.

 

 

Recomienda tener confianza en uno mismo. «Porque sí, en el país hay un 90% de probabilidades de quebrar, eso es un número estadístico que existe en todas las páginas y libros de emprendimiento. Pero al final hay un 10% de ser ese Cashea, Ridery o Yummy, y ahí puedes estar tú también”.

Su llamado final es a que los inversionistas tengan fe en los emprendedores. “Si no creen en nosotros, es difícil que en un futuro el país pueda renacer. Si hay carencias y necesidades, nosotros estamos aquí para resolverlas”.

Pidecola tiene planeada una expansión agresiva este mes: la Universidad Santa María y la Metropolitana se sumarán a la app. También se incluirán casas de estudios de Maracaibo, Mérida, Valencia e incluso Nueva Esparta.

Coordenadas

Instagram: @pidecola.app

Página web: Pidecola