OPEP sanciones

Los recortes de la producción de crudo anunciados por la OPEP+ el domingo reducen la oferta global y buscan impulsar los precios, pero el ministro venezolano de Petróleo no cree que influyan en una mayor flexibilización de las sanciones de Estados Unidos.

«No creo», dijo a la AFP el ministro venezolano de Petróleo, Pedro Tellechea, en Viena donde participó en la reunión de los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderados por Arabia Saudita, junto con sus 10 socios, encabezados por Rusia.

En el encuentro, Arabia Saudita se comprometió a reducir su producción en 1 millón de barriles diarios (mbd) a partir de julio y Rusia anunció que 9 países productores mantendrán hasta finales de 2024 un recorte voluntario de su oferta de más de 1 millón de barriles por día, que está en vigor desde mayo.

Francisco Monaldi, director del programa Latinoamericano de Energía del Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker, cree que «si se produce un aumento en el precio del petróleo, esto puede poner más presión sobre Estados Unidos para relajar aún más las sanciones a Venezuela».

«La señal de que Arabia Saudita está dispuesta a defender los precios tiene ese efecto potencial», explicó Monaldi a la AFP.

Durante su estadía en Viena, el ministro venezolano se reunió con representantes de la empresa energética italiana, Eni, y de la española Repsol. «La Unión Europea está esperando también», dijo.

«Le vamos a dar la licencia de exportación de gas a ENI y a Repsol», afirmó Tellechea a la AFP. «El gas no está sancionado», agregó.

La pelota, en el lado de Estados Unidos

«Después de la reunión de la OPEP, la pelota está en el lado de Estados Unidos», dijo a la AFP Miguel Tinker Salas, académico de Universidad de Pomona College, en Estados Unidos.

Estados Unidos aplica sanciones contra Venezuela con el objetivo de presionar por la salida del poder de Nicolás Maduro, cuya reelección en 2018 considera «fraudulenta».

Estas medidas se endurecieron en 2019 con un embargo al petróleo venezolano, en el marco de la estrategia de máxima presión que impulsó el gobierno republicano de Donald Trump.

Pero, esta política comenzó a agrietar y se ha flexibilizado con el demócrata Joe Biden, sobre todo desde la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania.

En noviembre la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) emitió una licencia para que el gigante energético Chevron retomara sus operaciones en Venezuela, con la condición de que el dinero producto de las ventas sea utilizado para amortizar la deuda de la petrolera estatal Psvsa.

En mayo la OFAC renovó una licencia emitida en noviembre pasado a varias compañías petroleras: Halliburton, Schlumberger Limited, Baker Hughes Holdings LLC y Weatherford International.

«La demanda mundial va a exigir y las empresas transnacionales van a exigir su derecho, como lo tiene Chevron», dijo a los periodistas Tellechea el sábado. «La demanda lo va a requerir».

«Nosotros pudimos ser unos suplidores con mucha tranquilidad y transparencia para que los precios en Europa pudieran bajar, pero las presiones que han ejercido los Estados Unidos no han permitido que Europa tengan mejores resultados para su economía», afirmó el ministro venezolano.

El ciclo electoral en Estados Unidos

Para Tinker Salas, si Estados Unidos «quiere ver que los precios se estabilicen, a medida que se adentra en el ciclo electoral y hacer frente a las preocupaciones sobre una posible escasez, entonces debería eliminar las sanciones y permitirle (a Venezuela) volver al mercado».

Venezuela tiene las reservas de crudo más grandes del mundo, con una producción que está en torno a los 860.000 barriles diarios, según el gobierno.

«Depende mucho también, de si eventualmente Estados Unidos cree que Venezuela va a hacer algunas concesiones si no, puede haber alguna pequeña liberalización, pero dudo que se den pasos significativos», afirmó Monaldi.

En abril, uno de los representantes de la oposición de Venezuela ante Estados Unidos Fernando Blasi generó controversia tras abogar por una flexibilización de las sanciones de Washington.

Mark A. Wells, subsecretario adjunto del Departamento de Estado, afirmó en abril interrogado por el centro de estudios Diálogo Interamericano que la política de Washington «ha consistido en calibrar las sanciones para que respondan tanto a las necesidades humanitarias, como a los resultados democráticos positivos».

El ministro venezolano afirmó en Viena: «Hay un cambio en el discurso político, pero eso se tiene que convertir en realidades».


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