La hiperinflación en Venezuela ha afectado a todos los sectores. Actualmente, un venezolano promedio necesita alrededor de 20 salarios mínimos para poder cubrir los gastos que requieren los servicios funerarios.
Ante esta situación, una parte de los ciudadanos se ha visto en la obligación de enterrar a sus familiares en neveras, cajas de madera frágil, envueltos en sábanas y hasta en el patio de su casa, reseñó La Voz de América.
La cremación es otra de las opciones para reducir gastos. Sin embargo, representa otra odisea debido que las funerarias sufren de escasez de gas para los hornos crematorios, lo que genera una espera de dos a tres días para el servicio.
Otra de las evidencias de la crisis en este sector es que las casas funerarias han tenido que crear féretros de cartón para bajar los costos.