Francisco Monaldi, especialista en economía y petróleo, catalogó el envío de buques iraníes cargados de gasolina a puertos venezolanos como «un nuevo capítulo de una tragicomedia», dado que este combustible se pagó en oro, en el momento en que los precios del combustible cayeron estrepitosamente, debido a la pandemia.
«El régimen muestra como éxito entregar el poco oro que queda para importar gasolina de Irán, buscando cubrir la demanda de unas tres semanas. Los iraníes no sabían dónde meter el inventario de gasolina y consiguieron quien no solo se la lleve sino que se las pague por adelantado», señaló.
La baja demanda de combustible y demás derivados del petróleo, ante las restricciones de movilidad por la pandemia, han generado problemas de almacenamiento por exceso de inventario, lo que ocasionó que en abril el precio del petróleo de Texas registrara números negativos.
Sin embargo, la situación de Venezuela ha sido distinta, en razón de una marcada escasez de gasolina.
«El mundo está inundado de gasolina a precios bajísimos y los venezolanos pagan en el mercado negro el precio más alto del mundo», dijo Monaldi quien explicó que el parque refinador venezolano opera a menos de 15% de la capacidad instalada.
«En su pico Venezuela llegó a refinar cerca de 800 mil barriles de petróleo diarios. De ellos, un poco menos de la mitad era gasolina que incluso se exportaba. Pero después de la destrucción chavista, el parque refinador opera a menos del 15% de su capacidad y no produce gasolina», expuso.
Regalos de gasolina
Monaldi señaló, además, que el régimen ocasionó la escasez debido a que tomó como política el regalo de gasolina a otros países, así como enormes subsidios en el mercado interno.
«Hemos regalado la gasolina por décadas a un costo brutal para el país y sus ciudadanos. Hubo un subsidio mayor a la gasolina que el gasto en salud y educación combinados. Como resultado hemos tenido escasez y contrabando. Cuando el consumo de gasolina está en un mínimo histórico, no hay», puntualizó.
Sanciones
Al respecto, indicó que actualmente no hay capacidad para abastecer la demanda nacional aunque se ubique en una cuarta parte de lo que fue en años anteriores.
Es cierto que las sanciones hacen más difícil importar gasolina, pero es necesario importar gasolina porque destruyeron las refinerías. Y no tienen flujo de caja para importar gasolina porque colapsó la producción de petróleo y los precios se vinieron abajo.