Un buque que transportaba unos 100.000 barriles de gasolina llegó a un puerto de Estados Unidos el lunes luego de que un tribunal estadounidense aprobó la venta privada de la carga, publicó la agencia Reuters.
Se sospecha que el petrolero Alkimos estaba destinado a Venezuela.
Brujo Finance Company, con sede en las Islas Marshall, dijo en una demanda presentada en mayo que temía que el fletador Sea Energy Company enviara el barco cargado de gasolina a muelles venezolanos y no a Aruba o a Curazao como se dijo inicialmente.
Pero Sea Energy aseguró en documentos judiciales que no planeaba enviar la carga a Venezuela, que está sujeto a estrictas sanciones de Estados Unidos.
ES Euroshipping, empresa que anteriormente era propietaria de la carga, pertenece a Wilmer Ruperti, un magnate empresarial venezolano con estrechos vínculos con el régimen de Nicolás Maduro y señalado de corrupción.
El Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Texas aprobó a fines de septiembre una venta privada de la carga al comerciante Kolmar Americas de Bridgeport, Connecticut, por unos 2,75 millones de dólares. Los intentos anteriores de subastar la carga y realizar una venta privada supervisada por un tribunal habían fracasado.
La embarcación comenzó a navegar el domingo desde la costa del golfo de Texas, en donde estaba desde hace cinco meses, hacia la Terminal Vopak, en Houston, mostraron los datos de Refinitiv Eikon.
Estados Unidos incautó varios cargamentos de gasolina iraní que tenían como destino Venezuela y mediante un caso de decomiso civil permanecieron en el mar, luego de luchar durante semanas para descargarlos en puertos estadounidenses.
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