La Unión Europea propuso el jueves mantener las negociaciones sobre la relación posbrexit pero colocó en Londres la responsabilidad de dar los pasos necesarios para un acuerdo, en un gesto que el gobierno británico consideró decepcionante.
En el primer día de una cumbre en Bruselas para discutir esta cuestión, los 27 líderes europeos lograron un delicado equilibrio entre la firmeza y la apertura a mantener los contactos.
El gobierno británico, sin embargo, no escondió su decepción por esta conclusión, y adelantó que el viernes podría decidir si se mantenía o no en las mesas de negociación.
El Reino Unido abandonará la unión aduanera el 31 de diciembre de este año, y desde inicios de 2020 Londres y Bruselas buscan llegar a un acuerdo sobre cómo funcionará su relación a partir de 2021 sin que hasta ahora haya sido llegar un entendimiento.
En cualquier caso, este acuerdo aún debería ser ratificado por Londres y las 27 capitales europeas antes del fin de año, de forma que los negociadores están en una desesperada carrera contra el reloj.
Compromiso
Poco después de conocerse las conclusiones de la cumbre en Bruselas, el principal negociador británico, David Frost, dijo en Twitter estar «sorprendido de que la UE ya no se comprometa a trabajar intensamente» en la consecución de un acuerdo y de que los 27 pidan más esfuerzos a Londres.
No obstante, Frost apuntó que el gobierno de Johnson analizará el viernes el estado de situación antes de decidir cómo proceder con las negociaciones.
«El Consejo Europeo invita al negociador jefe a continuar negociaciones en las próximas semanas, y llama al Reino Unido a que dé los pasos necesarios para que un acuerdo sea posible», señala el punto 5 de las conclusiones de la cumbre con relación al Brexit.
Los líderes también advirtieron a los países miembros a que «aumenten el ritmo de sus trabajos de preparación, a todos los niveles» para cualquier escenario, incluyendo uno en el que no haya un acuerdo entre Londres y las capitales europeas.
Evitar una ruptura
De acuerdo con las conclusiones, los líderes dejaron constancia de su preocupación «porque el progreso alcanzado en asuntos de interés para la UE es aún insuficiente para que se alcance un acuerdo».
Aunque el documento pone ahora la responsabilidad por un acuerdo sobre los hombros de los dirigentes británicos, los líderes europeos abrieron una vía para tratar de evitar una ruptura.
Por ello, no solo pidieron al principal negociador, el francés Michel Barnier, que siga discutiendo «en las próximas semanas», sino que además menciona la determinación de la UE de tener «una sociedad tan próxima como sea posible» con el Reino Unido.
En una conferencia de prensa, Barnier propuso iniciar una nueva ronda de negociaciones en Londres en la próxima semana, en un esfuerzo por tratar de alcanzar un acuerdo aún este mes.
Las tres preocupaciones principales de Europa para sellar un acuerdo se centran en las reglas de competencia leal, acordar cómo se controlarán estas reglas, y garantizar el acceso a las aguas británicas para las flotas pesqueras de la UE.
Esfuerzo
Con relación al marco legal de la ruptura, el titular del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, dijo que el Reino Unido debía aplicar el Acuerdo de Retirada en forma plena «y punto final», en referencia a los cambios unilaterales impulsados por Johnson.
De acuerdo con Barnier, la UE estaba lista para un «esfuerzo razonable» sobre la cuestión de los derechos de pesca.
El negociador europeo comentó que el foso que separaba las posiciones en los tres temas era todavía «demasiado grande» como para tener un acuerdo a la vista.
Poco después del inicio formal de la cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, sorprendió al anunciar su retirada inmediata de la reuniones ante el registro de un caso positivo de coronavirus con un integrante de su equipo.