Ante la asfixia económica, el régimen de Nicolás Maduro ha dado una apertura de la industria petrolera, al ceder el control a empresas extranjeras. Esta medida está llevando al régimen a renunciar a normativas que en algún momento fueron el eslabón para consolidar el socialismo del siglo XXI.
Las compañías privadas llevan adelante operaciones como el bombeo de crudo y exportaciones, así lo reseñó The New York Times. También el salario de los empleados e, incluso, contratando escuadrones de seguridad para proteger sus operaciones en un campo en colapso.
Las normas de Chávez que sepultaron Pdvsa
«Hoy, Pdvsa no gestiona nuestra industria petrolera, los venezolanos no la gestionan… En medio del caos generado por la peor crisis económica que sufrió el país en su historia, Maduro está tomando medidas para ceder, transferir y entregar las operaciones petroleras al capital privado», así lo afirmó Rafael Ramírez, quien fue presidente de Pdvsa durante la Presidencia de Hugo Chávez.
La estrategia del régimen ha permitido que el comercio petrolero siga fluyendo, pese a las sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra Pdvsa. Con ello genera ingresos económicos que necesita con urgencia.
La privatización no oficial la lleva adelante Manuel Quevedo, actual presidente de Petróleos de Venezuela.
«Con Pdvsa, en modo de crisis, cada vez transfieren más responsabilidades operativas y decisiones a los socios», dijo Lisa Viscidi, especialista en temas energéticos latinoamericanos en Inter-American Dialogue, un grupo de investigación con sede en Washington.
Los campos petroleros son el reflejo de la mala gestión y la corrupción campante en el sector. Estos campos representan menos de la mitad de la producción.
Empresas que rescatan al régimen
Chevron se convirtió en el ángel salvador de Pdvsa, con el mayor protagonismo en la producción 160.000 barriles por día.
En septiembre, la compañía pudo reiniciar su planta de procesamiento de petróleo pesado, Petropiar, que ha formado la columna vertebral de la recuperación de las exportaciones de petróleo de Venezuela.
Aunque para Estados Unidos es preocupante la participación de Chevron, el gobierno estadoinidense le otorgó exenciones de las sanciones.
«Si Chevron se ve obligado a abandonar Venezuela, las compañías no estadounidenses llenarán el vacío y la producción de petróleo continuará», dijo Ray Fohr, portavoz de la compañía.
El rescate de la industria petrolera
El socio mayoritario de exportación es la rusa Rosneft. En 2019 vendió cerca de dos tercios del petróleo de Venezuela, reemplazado las rutas de ventas estadounidenses de Pdvsa y desviando las ventas a Asia.
Este proceso se desarrolla con la mayor discreción para evitar sanciones del Estados Unidos.
Los clientes preferidos son aquellos que tiene la capacidad de pode evitar ser detectados y que tengan la capacidad para alinear un buque, un seguro y un cliente para el crudo, incluso ha creado una pequeña industria artesanal entre la élite de Venezuela.
«La lucha histórica por la soberanía de los recursos se está sacrificando por la conveniencia operativa», dijo Antero Alvarado, un consultor de Energía en Caracas.
Este mecanismo ha permitido que el régimen compre alimentos, medicinas y gasolina para mantener el mercado nacional.
Mercado Internacional
La legítima Asamblea Nacional, liderada por Juan Guaidó, se opone a que el régimen de Maduro tome decisiones sobre el mercado.
IPD Latin America vaticina que Venezuela podría recuperar gradualmente la producción a 2.6 millones de barriles por día durante 10 años, pero solo con inversiones de más de 200 millones de dólares.
Sin embargo, el posible levantamiento de sanciones tras un acuerdo polítco, no proyecta que ocurra una recuperación de la industria, pues el petróleo sucio de Venezuela, cargado de azufre y otras impurezas, puede encontrar muchos menos inversionistas.