La alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudita y Rusia, decidió este miércoles en Viena reducir su bombeo en 2 millones de barriles diarios (mbd), lo que supone el mayor recorte de la oferta petrolera desde mayo de 2020.
La decisión se adoptó en una conferencia ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus diez naciones productoras aliadas -entre ellas Rusia, México y Kazajistán- que ha sido el primer encuentro presencial del grupo desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
Además, los ministros participantes acordaron prorrogar otro año su cooperación, con lo cual la alianza, forjada en 2016 para hacer frente a la caída de los «petroprecios» causada por el auge del petróleo de esquisto en Estados Unidos, se mantendrá al menos hasta finales de 2023.
En su declaración final precisan que han acordado «ajustar a la baja la producción global en 2 mbd (…) a partir de noviembre».
Recorte real inferior al oficial
Nominalmente ese volumen equivale al 2% de la oferta mundial de crudo y es cerca del doble del que se esperaba en los mercados internacionales hasta el martes, pero en la realidad física será previsiblemente menor, aunque igualmente importante.
La razón es que la mayoría de los productores ya están bombeando menos de la cuota nacional establecida debido a problemas técnicos de capacidad derivados de inversiones insuficientes.
Así, se estima que en su conjunto la alianza bombea entre 3,5 y 4 mbd por debajo de la cuota total establecida para octubre, de 43,85 millones de barriles diarios (mbd), que abarca el bombeo de 20 países (todos menos los miembros de la OPEP Venezuela, Irán y Libia, que están exentos del compromiso de limitar sus extracciones).
«No llegaremos a recortar 2 mbd, pero nos esforzaremos en esa dirección», admitió el presidente de turno de la OPEP, Bruno Jean-Richard Itoua, en rueda de prensa.
Tras destacar que se ha intentado ajustar las cuotas a la capacidad de cada país, estimó que el recorte real será «algo entre uno y dos millones» de barriles diarios.
Oídos sordos a Occidente
Aun cuando el recorte real vaya a ser al final menor que el anunciado, la medida supone un claro «no» a las naciones occidentales que vienen desde hace tiempo pidiendo a la OPEP que abra los grifos para abaratar los combustibles y la energía, y frenar así la inflación, en medio de la actual crisis energética.
A través de un comunicado de su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y su consejero económico Brian Deese, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó este miércoles de «cortoplacista» la decisión de la OPEP+ cuando «la economía global sigue afrontando el impacto negativo continuado» de la invasión rusa de Ucrania.
En rueda de prensa en Viena, el ministro de Energía saudita, Abdelaziz bin Salmán, rechazó responder a una pregunta de Efe sobre la postura de la OPEP+ hacia esa reacción estadounidense.
Atraer capital para el petróleo
Todos los ministros presentes coincidieron en reiterar que el grupo solo tiene consideraciones técnicas, y no políticas, cuando toma sus decisiones, y defendieron el recorte con el argumento de que quieren atraer inversiones al sector.
«No estamos poniendo en peligro el mercado energético. Estamos suministrando seguridad y estabilidad al mercado de la energía», declaró en rueda de prensa el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Haitham Al Ghais.
El ministro emiratí, Suhail al Mazrouei, dijo: «Lo que estamos haciendo es asegurar que haya más petróleo en el mercado en los años venideros, no se trata de un asunto a corto plazo».
Su colega saudita admitió «frustración» entre los productores por las incertidumbres creadas por políticas ajenas a ellos, e insinuó que una de ellas es el posible tope al precio del petróleo ruso que propone el G7.
«No sabemos qué va a pasar con el embargo (de la Unión Europea al petróleo ruso)», ni con las decisiones de los bancos centrales (de subir los tipos de interés), ni «con los confinamientos en China», dijo al calificar de «extremadamente compleja» la situación actual.
Ya la expectativa del recorte de producción de la OPEP+ impulsó un fuerte encarecimiento del «oro negro» en los últimos días y este miércoles los precios proseguían la senda alcista tras conocerse la decisión adoptada en Viena.
En el mercado de Londres, el petróleo Brent terminó a 93,48 dólares por barril, con una subida del 1,83% respecto al cierre de ayer y del 6,29% desde el lunes.
Los analistas esperan que el precio del Brent vuelva a superar los 100 dólares/barril en los próximos meses.
La OPEP+ volverá a reunirse el 4 de diciembre.
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