El presidente de la OPEP, el angoleño Diamantino Pedro Azevedo, advirtió este jueves del riesgo que aún ve para el mercado mundial de petróleo, a pesar de su vigorosa recuperación actual, a raíz de la variante delta del coronavirus y a las políticas de estímulos fiscales.
«Hemos experimentado muchos amaneceres falsos durante esta pandemia, y aunque nos reunimos hoy en un momento de creciente esperanza y optimismo, no es momento de bajar la guardia», dijo Azevedo al inaugurar la 181 conferencia ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
El encuentro precede a la reunión virtual de la alianza OPEP+ (la OPEP y diez países aliados, entre ellos Rusia), de donde los mercados esperan la luz vede para que el grupo siga abriendo los grifos en los próximos meses, tras haber empezado a hacerlo en mayo.
Según diversas fuentes, sobre la mesa de negociaciones hay una propuesta para aumentar la oferta conjunta en 2 millones de barriles diarios (mbd) entre agosto y diciembre.
No obstante, y sin aludir a ese posible incremento del bombeo, Azevedo consideró que la alianza debe también actualizar su compromiso de mantener limitados los suministros más allá de abril de 2022, cuando vence el acuerdo vigente en la actualidad.
«La pandemia no es la única preocupación»
En este contexto, el también ministro de Recursos Minerales, Petróleo y Gas de su país alertó de la necesidad de evitar un exceso de oferta en 2022, por lo que llamó a la cautela, dadas las muchas incertidumbres que se ciernen sobre el mercado.
«El coronavirus sigue cobrándose un doloroso tributo, con miles de vidas que se pierden cada día. La presencia de la nueva variante delta y el reciente aumento del número de casos en la India, otros países asiáticos, América Latina, el Reino Unido y, más recientemente, Rusia y África, son un sombrío recordatorio de las incertidumbres que aún se ciernen sobre nosotros», subrayó.
Por otro lado, «la pandemia no es la única preocupación» de los productores. También temen las consecuencias de las medidas adoptadas en muchas naciones desarrolladas para mitigar los efectos de la crisis económica desatada por el covid.
«Los niveles récord de estímulo fiscal y monetario que han contribuido a apuntalar las economías e impulsar la recuperación vienen acompañados de un pesado equipaje: altos niveles de deuda y la posibilidad de que se produzcan picos inflacionarios que, a su vez, podrían erosionar los avances en el mercado del petróleo», alertó.
Pese a todo, las perspectivas actuales son prometedoras, pues la OPEP ve crecer el consumo de «oro negro» en 6 mbd este año, después del «turbulento descenso de 9,3 mbd» en 2020, indicó el presidente de turno de la OPEP.