Autoridades civiles y policiales del departamento colombiano de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, advirtieron el riesgo del aumento del contrabando de combustible ante la posibilidad de una reducción de los despachos de carburante para esa zona del país por parte del ministerio de Minas neogranadino. El despacho tendría en cuenta tal medida a causa del tráfico ilegal de combustible que se genera desde Venezuela.
De acuerdo con la información registrada en la última reunión contra el contrabando en la que participa autoridades civiles y policiales nortesantandereanas, se acordó la instalación de un chip en los vehículos de carga.
Este chip o circuito estará conectado con todas las estaciones de servicio y a través de él se obtendrá información sobre la gasolinera donde fue comprado el combustible y la cantidad. También serán activados puntos de control para verificar la información del chip.
Si un vehículo tiene capacidad para 200 galones de combustible y solo compró 10 galones en una estación, y al ser revisado este automotor va lleno, se presupone que habría comprado gasolina de contrabando.
Las inconsistencias serán consignadas a la fiscalía para el inicio de un proceso judicial que incluso conllevaría a una extinción de dominio del vehículo que incurra en la compra de combustible de contrabando.
Martín Martínez, secretario de Hacienda en Norte de Santander reconoció que ha disminuido en 50% la sobretasa que se cobra al combustible en ese departamento a causa del contrabando. Esto afecta directamente a los alcaldes que destinan ese dinero para la ejecución de obras en sus municipios.
El chip sería colocado también en unidades de transporte público. Estiman que en un mes se haga una prueba piloto.
La gasolina venezolana de contrabando es vendida en envases de 20 litros o pimpinas, en 70.000 bolívares, es decir, Bs. 3.500 por litro.