El precio del dólar paralelo superó los 9.500 bolívares, lo que demuestra el desequilibrio cambiario de Venezuela, y las proyecciones para los próximos días serían de otro posible aumento, pronostican los especialistas.
El economista Henkel García afirmó que existen numerosas variantes para que se dé este fenómeno, pero dice que la escasez de divisas es el principal factor: “Se da en respuesta a una demanda creciente de dólares. La gente está interesada en comprar bienes, y los productos importados se han hecho mucho más baratos que los nacionales”, dijo.
García señaló que este incremento no es una sorpresa “porque el paralelo había estado bastante rezagado frente a la inflación”, por lo que debe esperarse un repunte inflacionario para los próximos días.
El economista Jesús Cacique indicó que Venezuela está ante la presencia de un precio de dólar que muestra un desequilibrio que no corresponde con el tipo de cambio actual: “El tipo de cambio paralelo está subiendo por diferentes correcciones y está fuertemente sobrevaluado con una variable volátil”. Indicó que la solución a la crisis económica no está en evitar los controles gubernamentales en esta materia.
No descarta que esta variación del tipo de cambio sea mayor a la inflación y el dólar recupere algo en su poder de compra hacia el producto interno. “Esta variación de tipo porcentual va a ser superior a la inflación para corregir esa distorsión en la cual el producto importado termina siendo más barato que el nacional”, señaló.
Cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela muestran que la jornada de este martes del cambio oficial fue de 7.245 bolívares por dólar, más de 2.000 puntos por debajo del la tasa no reconocida por el régimen, pero que es manejada en el mercado nacional.
Esta alza representa un duro golpe al bolsillo del venezolano que todos los días lidia con los altos costos en alimentos, medicinas, artículos de higiene personal y de limpieza, los cuales están calculados sobre la base de un mercado de divisas paralelo, mientras que el sueldo mínimo de un trabajador se ubica en 40.000 bolívares y 25.000 en bono de alimentación.
Una de las causas por las que se observa este tipo de comportamiento es la sequía de divisas en las mesas de cambio del BCV, que sigue sin atender las necesidades económicas del país.