La Cámara Venezolana de Cosméticos y Afines (Caveinca) denunció pérdidas de hasta 60% en las ventas debido al incremento de productos falsificados en el país, los cuales han llegado incluso a comercios del sector formal.
Wilma Osuna, gerente general de Caveinca, señaló que se trata de un problema que tiene varios años en el mercado, sin embargo, desde hace un tiempo se ha agudizado ante el aumento de réplicas de productos cosméticos nacionales.
“Lo preocupante es que ya estamos viendo algunos comercios formales que también están presentando productos falsificados”, aseguró Osuna en entrevista con Shirley Vernagy para Onda.
Detalló que 40% de las empresas venezolanas productoras de cosméticos han reportado ilícitos por la falsificación de productos.
Osuna alertó que la venta de este tipo de productos falsificados trae consigo grandes riesgos sanitarios porque no están sometidos a los test y permisos correspondientes.
Francisco Quintana, gerente general de Drocosca, productor nacional de cosméticos Valmy, explicó que en el caso específico de su marca las falsificaciones alcanzan hasta 70% del mercado nacional.
«Están haciendo falsificaciones casi perfectas que se están apoderando de comercios pequeños que corresponden a 70% de nuestro mercado. Además, también hemos encontrado estas falsificaciones en cadenas de farmacias y otros comercios establecidos», indicó.
Ante esto, Quintana hizo un llamado a los comerciantes para que verifiquen la procedencia de los productos y no se dejen llevar por los precios atractivos, que pueden llegar a ser hasta cuatro veces menores a los originales.
«Aunque las réplicas hayan tumbado hasta 60% de las ventas, lo que más preocupa es el problema que esto genera a nivel de salud pública», señaló el gerente general de Drocosca.
Quintana agregó que en el trasfondo también existe una problemática de contrabando que queda evidenciada por la estructura y maquinaria que se requiere para la fabricación de estos productos, que no las hay en Venezuela.
Sobre este punto, Nellerlyn Ramírez, gerente de mercado de Rolda, señaló que los productos falsificados están entrando por vías ilegales, por lo que no cumplen con las normativas venezolanas.
«No es un producto que nosotros podamos certificar pero entra con la marca Rolda. Las quejas son para nosotros pero las ventas no quedan en casa», manifestó.
Ramírez indicó que estos productos incurren en prácticas de propiedad intelectual y en contra de las prácticas correctas sanitarias.
También denunció el reenvasado con productos artesanales, usando incluso las mismas etiquetas. “Es un mercado que ha venido canibalizando espacios”, añadió.