Hace 14 años el fallecido presidente Hugo Chávez instauró el control de precios y desde ese entonces ha sido cuestionada su efectividad. El pasado jueves, el gobernante Nicolás Maduro aseguró que el esquema se había agotado. “Todos los precios de la calle hoy están inflados en más del 1.000% como mínimo”, afirmó. Para frenar el alza propuso nuevamente la fijación del precio máximo de venta al público de 50 productos básicos.
La lista de los productos a los que se les fijará el precio incluye: leche en polvo y líquida pasteurizada, margarina, mayonesa, mortadela, trigo panadero, pastas alimenticias, algunas especies de pescado, pollo, mantequilla, sardina enlatada, queso blanco duro, jamón de cerdo, jabón en panela y de baño y aceites, entre otros productos sobre los cuales el gobierno volvió. No obstante, varios de esos alimentos o bienes ya tienen el precio regulado por la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos.
Sin embargo, sí hay una “novedad”: la incorporación de los fiscales a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción con la finalidad de supervisar a las empresas y a los establecimientos. “Es una radicalización del control de precios por parte del gobierno. Y es la diferencia entre este y los anteriores controles de precios anunciados desde 2003”, afirmó el economista Luis Oliveros.
La incorporación de fiscales a los CLAP es una continuación de lo que ha hecho la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos de Venezuela, refirió el economista Domingo Sifontes. “Los controles no llevan a nada. No debería existir ningún fiscal por parte del Estado que verifique los precios. Además, esos 50 productos ya estaban regulados desde hace tiempo, así que están haciendo énfasis en una cosa que no ha funcionado”, afirmó.
Oliveros aseguró que la medida no resolverá ningún problema, sino que profundizará más la inflación y la escasez. “Maduro está haciendo lo mismo que hizo Chávez: desconocer el mercado, destruir el sistema de fijación de precios de una economía y pretender que con unos controles o con la misma participación del Estado podrá mejorar la economía”, sostuvo.
Agosto cerró con una inflación de 33,7%, la más alta en la historia del país, y 366,1% en lo que va de año, según el índice de la Asamblea Nacional; mientras que la escasez de los productos de la canasta alimentaria es de 26%.
Sifontes dijo que para entender lo que sucederá con las nuevas medidas es importante recordar cuando Jorge Arreaza, actual ministro de Relaciones Exteriores, decretó en noviembre de 2015 que el cartón de huevos tenía que costar 400 bolívares. “Ahora solo hay que ver por dónde va el precio de ese cartón de huevos. No va a pasar algo diferente de lo que ha ocurrido”.
Aseguró que este nuevo capítulo del control de precios agudizará la escasez de los productos; el paralelo se fortalecerá y quienes traigan productos importados, los venderán más caros. “¿Qué es lo que va a ocurrir? La misma historia: un incremento de la escasez en determinados rubros”.
Por su parte, la economista Sary Levy aseguró que si algo ha quedado claramente comprobado en la economía del mundo y en particular en Venezuela, es que los controles de precios solo logran que el producto desaparezca de los anaqueles.
Recordó que el producto aparece después pero escondido, de contrabando o con un nombre sucedáneo y con un precio más elevado del que anteriormente tenía. “El control de precios, en vez de ayudar a los ciudadanos, generará mayor penuria”.
Levy agregó que las industrias que elaboran los productos que se encuentran en la lista de precios acordados también se verán afectadas.
“Las medidas anunciadas por Maduro no están orientadas a mejorar la situación ni a generar bienestar. Más bien están dirigidas a mantener el poder que tiene el Estado y el de un grupo que toma decisiones que no beneficiarán a la población”, puntualizó Oliveros.
“Quieren imponer un patrón” La presidente de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui, afirmó que el gobierno está radicalizando el control de precios al incrementar los controles y la supervisión para que se cumplan las medidas económicas. “Quieren imponer un patrón a la economía, y al contrario, la economía funciona mientras más libertades tenga”, sostuvo. Uzcátegui aseguró que la inflación no baja por decreto ni por decisión del Ejecutivo. “La inflación, los precios y el desabastecimiento van a bajar el día en que el gobierno entienda que se debe estimular la producción nacional”, señaló. Confesó que esperaba escuchar que iban a prestar atención a esos 50 productos y servicios, pero para incrementar su producción o mejorar la calidad de los servicios a objeto de abastecer la demanda en el país. “Cualquiera que haya escuchado la alocución del presidente, sabe que esos 50 productos y servicios van a desaparecer”, advirtió. |