La hamburguesa empieza a ser una preocupación para los vendedores de comida rápida y para los encargados de cadenas afines. Cada vez es más difícil conseguir carne y pollo en el mercado. La casi desaparición del producto se originó luego de que la Superintendencia de Precios Justos arreció las fiscalizaciones a distribuidoras y comercios, con la intención de regular los precios y supervisar las ventas.
“No tenemos mercancía. Hice pedidos a varias carnicerías y ganaderías de Caracas, y en ninguna parte han podido venderme carne. Estoy trabajando con lo que tengo en existencia; cuando se me acabe lo que tengo en la nevera no sé qué voy a hacer”, indicó el encargado de una hamburguesería ubicada en la feria del centro comercial Tolón.
Manifestó que para la preparación de las hamburguesas está utilizando carne de segunda porque no consigue proveedores que le suministre cortes de calidad superior. Afirmó que para el local de comida rápida no es beneficioso tener poco inventario de carne porque termina impactando en las ventas. “Sin carne y sin variedad no hay ventas”, expresó.
Zulay Núnez, encargada de un negocio en Baruta, en la “calle del hambre” –como es popularmente conocida la zona donde venden comida rápida, también llamadas “balas frías”– dijo que el precio de venta para la carne y el pollo fijado por el gobierno influye en la escasez de los alimentos.
“Luego de los anuncios con las regulaciones para la venta de carne y de pollo, ninguno de los dos se consigue. Y si algún proveedor los tiene, los venderá a precios muy altos”.
Señaló que al comprar carne y pollo a precios exorbitantes se ve obligada a aumentar de forma inmediata el precio de venta de todos sus platos. Para continuar ofreciendo hamburguesas a sus clientes, indicó que debe recurrir semanalmente a más de dos proveedores. “Antes te casabas con un solo proveedor, ahora tienes que tocar muchísimas puertas y tener al menos cinco o seis para tener el producto”.
Isaac Martínez, gerente de una franquicia del centro comercial Líder, señaló que hasta la fecha no han tenido problemas en el suministro de carne. Sin embargo, reconoció que se han visto obligados a comprarla a precios más elevados y eliminar de su oferta gastronómica algunos productos como la tocineta.
Indicó que para hacer frente a la caída en las ventas, su negocio prefiere vender volumen y, por ello ofrecen las hamburguesas a precios inferiores a la competencia. “Estamos vendiendo 500 hamburguesas por semana lo cual se debe a la diferencia de precios, porque nuestro producto más caro cuesta 25.500 bolívares. Los precios que manejamos son atractivos para lo clientes, porque en la feria un menú ejecutivo cuesta 50.000 bolívares”.
Rynna Rivas y su esposo, Francisco Zambrano, consumidores que se encontraban en Baruta, coincidieron en que los precios de las hamburguesas están elevados. “Antes comíamos hamburguesas dos veces al mes, ahora una vez cada tres meses y ya no podemos comer sushi desde hace más de un año”, expreso Ribas.
En la “calle del hambre” una hamburguesa de carne la venden en 36.500 bolívares y en un carrito, en Los Cortijos, cuesta 25.000 bolívares. En junio la vendían en 8.500 bolívares, lo que representa un alza de 261,76% en el precio del alimento en 4 meses.
En una cadena de comida rápida situada en el este de Caracas, un combo tiene un valor de 52.390 bolívares y la presentación grande cuesta 54.329 bolívares. Los menús para niños varían entre 28.900 bolívares y 32.900 bolívares.
El encargado de una franquicia afirmó que las ventas de pollo frito bajaron, porque la mayoría de las personas prefiere preparar el almuerzo en su casa. Un combo de pollo frito de 3 piezas en centros comerciales cuesta entre 53.900 y 58.000 bolívares. Agregó que la empresa encontró una alternativa para generar ingresos con la venta de helados.
La cifra
261,76% aumentó el precio de las hamburguesas en 4 meses. En los comercios de comida rápida cuestan 36.500 bolívares y en los carritos 25.000 bolívares, cuando anteriormente las vendían en 8.500 bolívares.