Carmen Elisa Hernández, quien renunció el lunes a la presidencia de Monómeros, con sede en Colombia, aseguró que la exigencia de Nicolás Maduro de controlar la compañía venezolana trastornó las finanzas de la estatal y contribuyó a que la Superintendencia de Sociedades interviniera la semana pasada.
Aseguró, en entrevista con Reuters, que la exigencia del chavismo alarmó a los proveedores de materias primas e hizo que dejaran de vender a Monómeros con términos crediticios generosos, lo cual complicó las finanzas de la empresa, que ya estaban afectadas por la dificultad de acceder al crédito de los bancos colombianos.
Hernández afirmó que la crisis de liquidez resultó en la decisión del ente regulador colombiano de supervisa las operaciones de Monómeros, un importante proveedor de los agricultores de Colombia que es exportador mundial de café.
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Juan Guaidó designó el directorio a cargo de la empresa en Colombia en 2019, cuando el país vecino, Estados Unidos y decenas de otras naciones lo reconocieron como presidente interino de la República.
Maduro ha asegurado que incluirá en la negociación en México con la oposición la devolución del control de esa filial de Pequiven, así como el de la refinería Citgo, filial de Petróleos de Venezuela en Estados Unidos, también controlada por el equipo de Guaidó.
Pese a que Hernández enfatizó que ese escenario es poco probable, el miedo de tener negocios con una empresa controlada por el gobierno de Maduro llevó a los proveedores a exigir el pago por adelantado de las materias primas, como urea y fosfatos, señaló Reuters.
“Se generó un problema en el mercado en términos de desconfianza y reducción del apetito al riesgo”, aseguró la expresidenta de Monómeros.
Agregó que renunció a su cargo porque no estaba de acuerdo con esa posición, y argumentó que la intervención de la Superintendencia de Sociedades no permitiría que Monómeros volviera a caer en manos de Maduro.