Estados Unidos ha vendido más de 1 millón de barriles de combustible iraní incautado el año pasado y que venían a Venezuela, informó la agencia de noticias Reuters citando a un funcionario del Departamento de Justicia.
Los envíos, la mayor incautación de combustible iraní por parte de Washington hasta la fecha, fueron transferidos a otros buques y enviados a Estados Unidos.
Estas incautaciones forman parte de las sanciones económicas impuestas a Irán debido a su programa nuclear y de la acusación de terrorismo por parte de Estados Unidos a unos grupos iraníes.
El año pasado, justo cuando comenzó la pandemia, la crisis de la gasolina en Venezuela se agravó tanto que el régimen de Nicolás Maduro tuvo que importarla de Irán.
En medio de las sanciones que impiden a los proveedores de combustible hacer envíos a Venezuela, llegaron en mayo cinco petroleros al país: Forest, Fortune, Petunia, Faxon y Clavel, todos bajo la bandera de Irán, seguidos por otro, el Golsan, que arribó en junio.
El 14 de agosto, el Departamento de Justicia informó la confiscación de cuatro buques petroleros pertenecientes a Irán y que tenían a Venezuela como destino.
Sin embargo, el embajador de Irán en Venezuela, Hojat Soltani, dijo que las afirmaciones de Estados Unidos eran otra mentira que formaba parte de una “guerra psicológica”.