El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó este martes de 4,9% a 4,4% la previsión de crecimiento mundial para 2022, medio punto menos, fundamentalmente por la caída de las expectativas para las dos mayores economías del mundo: Estados Unidos y China.
Además de la prevalencia de la variante del coronavirus ómicron, que el FMI vaticinó que tendrá un fuerte impacto económico durante el primer trimestre del año, el organismo financiero también citó la elevada inflación en Estados Unidos y la crisis del mercado de la vivienda en China.
«El crecimiento se ralentiza porque las economías tienen que lidiar con problemas de suministros, inflación elevada, una deuda de récord e incertidumbre persistente», señaló la economista jefe del Fondo, Gita Gopinath, en la actualización del informe «Perspectivas Económicas Globales».
Para 2023, el ente financiero internacional prevé un crecimiento de 3,8%, dos décimas por encima de lo pronosticado en octubre del año pasado, al considerar que parte del crecimiento que no se produzca en este 2022 se retrasará al año siguiente.
Aun así, el FMI se mostró prudente con esta previsión y explicó que depende de que las cifras de vacunación contra el covid-19 mejoren en todo el mundo, que los medicamentos contra esta enfermedad resulten efectivos y que no se produzcan situaciones sanitarias adversas a lo largo de 2022.
De la rebaja de medio punto en la previsión de crecimiento global, aproximadamente 0,2% corresponde a Estados Unidos.; otro 0,2% a China, y 0,1% restante al resto del mundo.
La evolución de la economía estadounidense para 2022 fue revisada 1,2% a la baja hasta 3,9% por el impacto de la inflación, la retirada de las medidas de estímulo monetario llevadas a cabo durante la pandemia y la escasez de productos por los problemas en la cadena de suministros.
El FMI también tuvo en cuenta el impacto que tendrá sobre la economía de Estados Unidos el hecho de que el Senado no aprobase el ambicioso plan de gasto social y contra el cambio climático impulsado por el presidente Jode Biden y bautizado en inglés «Build Back Better» («Reconstruir mejor»).
En lo relativo a China, el FMI rebajó 0,8 puntos su perspectiva de crecimiento hasta 4,8% por la persistencia de las restricciones derivadas de la pandemia y la política de «tolerancia cero» con el covid-19 del país asiático, y por la crisis que atraviesa el mercado inmobiliario.