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El «dólar promedio» entró al grupito de WhatsApp de la economía venezolana

La economía venezolana tiene un nuevo personaje llamado Promedio. Los comercios formales se mantienen al margen de esta realidad, o al menos la mayoría de ellos
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Como si se tratara de un proceso creativo en el que, usando la imaginación, cada persona puede establecer un valor al dólar, se observa en las calles de Venezuela el nacimiento de un nuevo fenómeno que parece bastante preocupante: el dólar promedio.  La diferencia entre el dólar oficial, publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV), y el dólar paralelo, que hasta el sol de hoy sigue siendo un enigma, ha impulsado esta nueva tasa la cual carece de legalidad, estandarización y coherencia, pero se aplica.

Un promedio es el resultado de sumar varios valores y luego dividir esa suma por la cantidad de valores sumados. Es una forma de calcular el número que representa un conjunto de datos. En el caso de las tasas del dólar, que son muchas, lo que se busca es unificar cuánto vale el dólar, claro que a conveniencia de quién lo necesite.

Promedio ahora es administrador del grupo de Whatsapp

Con el nacimiento del nuevo personaje, Promedio, llegan las denuncias de los ciudadanos que, al final del día, resultan afectados al momento de adquirir productos, servicios o divisas. En los estados de Whatsapp ya se puede ver: «Vendo dólar a tasa promedio», fomentando una economía desordenada con la que los venezolanos se perjudican unos a otros. Lo más curioso de todo es que el promedio pueden estar muy cerca del precio oficial o muy cerca del paralelo, una cuestión de suerte dirían los más supersticiosos.

Los comercios formales se mantienen al margen de esta realidad, o al menos la mayoría de ellos. Sin embargo, es la economía particular e informal la que va impulsando ese dólar promedio.   Bodegas, kioskos, buhoneros, vendedores en línea e incluso negocios formales que no son de primera necesidad tasan su dólar a 40, 43 o 45 bolívares.

Algunos más astutos, establecen precios en bolívares, distintos al precio referencial en dólares. Por ejemplo, en los bulevares Gómez y Guevara, ubicados en el centro de Porlamar, venden un aire acondicionado en 280$ si se paga en divisas en efectivo, mientras que si el pago se realiza en bolívares cuesta 340$. Además, si pagas con tarjeta de débito ubican la tasa del dólar en 45,00Bs. También en Nueva Esparta se registra que en peluquerías y tiendas de manicure, cobran el dólar a 40 bolívares desde hace más de una semana, usando el argumento de que compran los materiales de trabajo a esa tasa.

Promedio para los amigos, paralelo para los enemigos

En Aragua esta realidad no es distinta, un comerciante explica que: «El monto del dólar lo fija el mercado en el día a día. No hay un mercado que establezca cuál es el monto exacto con el que se va a manejar un día o al día siguiente una mercancía».

Además, añadió que hay un «dólar intermedio» que se aplica a los amigos o conocidos. «Cuando no te conoce nadie el dólar es paralelo para todo el mundo. Si tú vas a comprar y nadie te conoce, te cobran a paralelo. Pero, si te conocen, no es al BCV, pero tampoco al paralelo, sino que existe un dólar promedio entre los dos dólares que están».

Promedio vino a llevarse el poder adquisitivo

Ahora bien, en Mérida y Yaracuy el alza de los precios es otra problemática que preocupa a los consumidores. Una habitante de Nirgua relató que una semana atrás con 20$ pudo comprar alimento para 7 días. Sin embargo, esta semana solo logró comprar algo de charcutería, huevos y harina y ya «se le fue la platica». Por otro lado, un comerciante merideño indicó que, durante el mes de octubre, sí han aumentado los precios. «Durante el año la tasa del dólar estuvo relativamente estable, pero este mes ante el incremento hemos tenido que aumentar un poco los precios», dijo.

Otro patrón observado específicamente en Portuguesa indica que los comercios te obligan a pagar a promedio o a paralelo, pero si pagas en divisas y deben darte vuelto en bolívares, ese vuelto lo calculan a la tasa de Banco Central de Venezuela. ¿Conveniente?

Amor y odio para los comerciantes

Pero no todo se trata del consumidor, el comerciante también sufre las consecuencias del desorden y la ilegalidad. El negocio formal es la cara de la cadena, al que visita la SUNDDE y el que resulta multado si cobra el dólar a tasa no oficial, ¿pero quién regula a los que están detrás?

Una denuncia constante es que los proveedores tienen sus propios precios y muchos ya están trabajando a tasa promedio, desde hace meses. Además, si el comerciante desea adquirir divisas y lo hace de persona a persona (y no a través del banco), se sabe que esta transacción es completamente promediada. Sin embargo, también está el comerciante que cobra a tasa promedio o paralelo, pero paga a sus empleados a BCV. Los mismos empleados que muchas veces enfrentan regaños de los clientes por cobrar a una tasa no oficial, ellos no obtienen beneficios de esos ingresos.

Si bien el panorama económico es alarmante para todos los venezolanos, es esa búsqueda del beneficio individual lo que impulsa soluciones como la tasa promedio. Estas son soluciones al margen de la legalidad que describen una economía insegura y cambiante en la que todos intentan sobrevivir. La gran pregunta es: ¿cuánto vale en realidad dólar?

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