Japón anunció este lunes una caída histórica de su PIB en el segundo trimestre, siguiendo así la estela de recesiones provocadas por la pandemia de covid-19 en la economía mundial, con la única excepción de China que no entró en recesión.
El nuevo coronavirus y las medidas de confinamiento abocaron las potencias a una fuerte disminución del Producto Interior Bruto, en muchos casos inéditas desde que se establecieron los métodos de cálculo actuales.
Estados Unidos, la primera economía mundial, sufrió una caída del 9,5% en el segundo trimestre, tras un retroceso del 1,3% en el primero, según la OCDE, mientras que las estadísticas gubernamentales estadounidenses informaron de una variación del ritmo anual del -32,9% entre abril y junio, aunque estas cifras no resultan comparables con las de otros países.
Tras haber entrado en recesión en el primer trimestre, el gobierno japonés anunció este lunes que el PIB cayó 7,8% en el segundo trimestre respecto al primero, en lo que representa el tercer trimestre consecutivo en que la economía nipona registra números rojos.
La caída de la economía japonesa representa la más importante desde que en el país del sol naciente se empezaron a recopilar datos comparables en 1980.
La tercera economía mundial ya había entrado en recesión desde el primer trimestre de 2020, pero lo hizo con una bajada limitada del 0,6%, tras haber disminuido 1,9% en el cuarto trimestre de 2019.
En cambio, China, la segunda economía mundial y el país donde surgió el covid-19, evitó entrar en recesión, después de que su PIB creciera 11,5% en el segundo trimestre tras una caída del 10% en el primero.
Sin embargo, el crecimiento del PIB chino, que en términos interanuales es del -6,8% y del 3,2%, resulta uno de los más bajos en el gigante asiático en las últimas décadas.
Reino Unido, mayor retroceso en Europa
En Europa, el conjunto de la zona euro registró un crecimiento negativo del 12,1% en la primavera, tras haber bajado 3,6% en los tres primeros meses del año, lo que representa la caída más importante desde el inicio de las series temporales en 1995 de la Oficina Europea de Estadística.
Alemania, principal motor económico del Viejo Continente, experimentó una disminución del PIB del 10,1% en el segundo trimestre, tras haber cerrado también en negativo el primero, con -2%.
Sin embargo, la bajada más importante en la zona euro se produjo en España, con un retroceso del 18,5% en el segundo trimestre, tras haber caído 5,2% en el primero. Una fuerte recesión incentivada por una bajada del 60% de los ingresos procedentes del turismo y de más del 33% de las exportaciones.
La economía francesa también sufrió un fuerte impacto por el covid-19 y el confinamiento, disminuyendo 13,8% entre abril y junio y 5,9% en los tres primeros meses del año, mientras que los datos del PIB en rojo en Italia fueron del 12,4% y el 5,4% en el segundo y el primer trimestre respectivamente.
Fue el Reino Unido, sin embargo, el país europeo donde el PIB experimentó una disminución más importante tras bajar hasta el 20,4% entre abril y junio, después de haberlo hecho 2,2% entre enero y marzo.
En Rusia, según datos de la agencia de estadística Rosstat, la economía decreció 8,5%, un retroceso propiciado por el coronavirus, pero también por la crisis petrolera.