En el Hotel Cayena de Caracas ejecutivos petroleros se han reunido con el régimen de Nicolás Maduro para discutir cuáles serán los términos de una posible nueva legislación que pondrá fin oficialmente al monopolio petrolero de Pdvsa, dijeron a Bloomberg fuentes que pidieron no ser identificadas.
Si bien grandes productores como Chevron Corp, la francesa Total SE y la italiana Eni SpA probablemente esperarían hasta que se levanten las sanciones estadounidenses para reanudar operaciones en Venezuela, actores más pequeños estarían dispuestos a invertir una vez que entren en vigencia nuevas reglas que abran la industria a la empresa privada.
“Existe un potencial fácil para aumentar la producción si disminuye la aplicación de las sanciones”, dijo a Bloomberg el experto en la industria petrolera venezolana Francisco Monaldi, conferencista del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice.
Actualmente Chevron evalúa qué tan rápido podrían reiniciar las operaciones en el país, dijo una fuente.
“Chevron seguirá cumpliendo con las leyes y regulaciones aplicables en relación con las actividad que está autorizada a realizar en Venezuela”, dijo un vocero de la empresa.
Por su parte, Eni aseguró al medio que ninguno de sus ejecutivos visitó Caracas. Mientras que Total, el Ministerio de Petróleo y Pdvsa no respondieron a la solicitud de comentarios.
Nicolás Maduro aseguró que una nueva ley permitirá que las compañías petroleras vuelvan a funcionar una vez que asuma el control de los activos venezolanos, ya que las sanciones de Estados Unidos solo prohíben hacer negocios con Pdvsa, el régimen y quienes lo ayudan. Las empresas petroleras dirigidas por compañías petroleras independientes, en teoría, no estarían excluidas de desarrollar reservas de crudo en el país.
Venezuela produce actualmente 500.000 barriles de petróleo diarios. El ministro de Petróleo, Tareck el Aissami, prometió recientemente aumentar la producción a 1,5 millones este año, una labor difícil de lograr sin ayuda.
Monaldi estima que se necesitarían más de 100.000 millones de dólares y una década de trabajo para obtener una producción superior a los 2 millones de barriles por día.
«Esto significa que necesita una tonelada de inversión privada», dijo.
Un aumento en la producción de petróleo no solo impulsaría la economía, sino que también recaudaría capital para pagar a los acreedores que tienen aproximadamente 60.000 millones de dólares en obligaciones incumplidas.
Fuentes aseguraron que ante el escenario de que se abran las puertas a la inversión petrolera en Venezuela, ejecutivos petroleros de importantes compañías han estado defendiendo su caso ante los funcionarios en Washington.
“La gran pregunta es si las compañías petroleras tienen suficiente influencia política para flexibilizar las sanciones”, dijo Raúl Gallegos, director de Control Risks, una consultora internacional con sede en Bogotá.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden aún no ha dado un giro significativo a la estrategia del presidente Donald Trump sobre Venezuela.
Si el nuevo gobierno de Estados Unidos al menos se mueve para permitir que las empresas reanuden los canjes de diésel por crudo venezolano, eso ayudaría al país a evitar el colapso.