La inflación anualizada en Estados Unidos registró en marzo su nivel más alto en más de 40 años, debido principalmente a los precios de la gasolina que se dispararon especialmente con la guerra en Ucrania.
Los precios subieron 8,5% en 12 meses, frente a 7,9% en febrero, según el Índice de precios al consumo (CPI) publicado el martes por el Departamento del Trabajo.
El informe es el primero que abarca el impacto provocado por la invasión rusa de Ucrania y las consecuentes sanciones occidentales contra Moscú, que ha hecho que trepen los precios de la energía y los alimentos en todo el mundo.
En un mes, los precios subieron 1,2%, frente a 0,8% en febrero. Solo el precio de la gasolina en Estados Unidos se disparó 18,3% con respecto al mes anterior, y representó cerca de la mitad de la inflación, precisó el departamento.
Los precios totales de la energía aumentaron 11% frente a febrero, que incluyó un salto de 22,3% en los precios del petróleo, según el informe.
Hace un año que la inflación es superior a 2% que la Reserva Federal (banco central estadounidense) marcó como objetivo.
El lunes ya la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, había advertido que la inflación de marzo sería “extraordinariamente elevada”.
Los precios al consumo marcaron en febrero un aumento de 7,9% en 12 meses, un nivel inédito desde 1982 según el índice de precios al consumo CPI.
La inflación no debería ceder por varios meses, toda vez que la guerra en Ucrania añadió presión sobre los precios.
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